La proyección internacional de la diplomacia venezolana ha estado dividida, en dos miradas, desde el 23 de enero de 2019. Ese día, con base en los artículos 233 y 333 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (CRBV), el presidente de la Asamblea Nacional (AN), Juan Guaidó, asumió la presidencia (E) de Venezuela, y fue reconocido por más de 50 países. No obstante, es Nicolás Maduro, electo en unos cuestionados comicios presidenciales, quien continúa ocupando la silla del jefe de Estado en el Palacio de Miraflores.
Uno de Maduro y uno de Guaidó por cada Embajada de Venezuela
Seis días después de la juramentación de Guaidó, el Parlamento aprobó la designación de forma unánime de los representantes diplomáticos en Estados Unidos (Carlos Vecchio), Argentina (Elisa Trotta Gamus), Chile (Guarequena Gutiérrez), Costa Rica (María Faría), Ecuador (René de Sola), Panamá (Fabiola Zavarce) y Perú (Carlos Scull). Países cuyos gobiernos reconocieron al presidente (E).
Poco tiempo después, el 5 de febrero de 2019, el gobierno interino designó más embajadores. Funcionarios en España (Antonio Ecarri), Bélgica (Mary Ponte), Brasil (María Teresa Belandria), Alemania (Otto Gebauer), Francia (Isadora Zubillaga), Portugal (José Rafael Cots) y Suiza (María Alejandra Aristeguieta), fueron nombrados en esa oportunidad.
La llegada de estos diplomáticos tuvo particularidades en casos como Ecuador (Pedro Sassone), Argentina (Juan José Valero), Brasil (Freddy Meregote) y Estados Unidos (Carlos Ron), donde el gobierno de Maduro no tenía embajadores, y las figuras diplomáticas ante la Embajadas eran los encargados de negocios.
El 19 de marzo de 2019, el grupo de embajadores se amplió con la designación de representantes en Hungría (Enrique Alvarado) y Reino Unido (Vanessa Neumann). El objetivo, según declaraciones Guaidó y sus diplomáticos era: “Generar presión externa contra el gobierno de Nicolás Maduro y apoyar a los venezolanos alrededor del mundo”.
Sin embargo, y a pesar de que los diplomáticos designados por Guaidó fueron reconocidos y acreditados como tal, en la mayoría de los casos no poseen acceso a las sedes de las embajadas de Venezuela en los países que representan. De hecho, deben representar al Estado venezolano en paralelo con los funcionarios de Maduro y se encuentran en una especie de limbo diplomático.
Incidentes diplomáticos
Dos de las embajadoras de Guaidó protagonizaron incidentes con las residencias diplomáticas. María Faría, en Costa Rica, y María Teresa Belandria, en Brasil ocuparon brevemente las residencias oficiales. De acuerdo con una nota informativa del portal web elmundo.es, el 13 de noviembre de Belandria habría recibido la sede de la Embajada venezolana en Brasilia por parte de funcionarios del gobierno de Maduro, quienes presuntamente reconocieron a Guaidó como presidente (E) de Venezuela. Pese a eso, la representante de Guaidó abandonó la sede diplomática a las pocas horas.
Actualmente la sede de la embajada venezolana en Brasilia permanece ocupada por el equipo de trabajo de Freddy Meregote, encargado de negocios de Maduro en el país brasileño desde 2018.
Por su parte, la embajadora de Venezuela en Costa Rica, María Faría, ingresó a la sede de la Embajada venezolana en San José en dos ocasiones. La primera el 20 de febrero de 2019 y la segunda el 16 de abril de 2019. El ingresó de Faría a la residencia diplomática en febrero generó la molestia del gobierno costarricense por irrespetarse el plazo de 60 días dado a los funcionarios de Maduro para retirarse del país.
Según un artículo publicado por el sitio digital voanoticias.com, tras este incidente Costa Rica entregó una nota en la que rechazó el hecho que catalogó de “procedimiento inaceptable”. A eso se le sumó una denuncia que impuso el gobierno de Maduro contra Faría ante el Ministerio Público costarricense por el presunto delito de usurpación de la Embajada de Venezuela.
La despedida de Calderón Berti
La Embajada de Venezuela en Colombia, al igual que en la actualidad, no tenía representante diplomático del gobierno de Maduro desde julio de 2018, cuando el abogado Iván Rincón Urdaneta, presentó su renuncia.
El 29 de enero de 2019, no obstante, Guaidó nombró a Humberto Calderón Berti, ex presidente de Petróleos de Venezuela S.A. (Pdvsa), como embajador de Venezuela en el vecino país. Nueve meses después, Calderón fue destituido por el presidente (E).
“(…) Hemos decidido hacer modificaciones en relación a nuestra política exterior a fin de lograr los objetivos trazados por nuestro gobierno”, fue parte de lo explicado acerca de esta decisión por Guaidó en una misiva. Calderón Berti hizo lo propio y, en una carta hecha pública el 29 de noviembre de 2019, indicó aspectos que él consideraba habían causado cierto distanciamiento con Guaidó: las iniciativas de diálogos Oslo/Barbados y la supuesta exclusión del gobierno de Colombia en tales conversaciones fueron señaladas por el ex representante venezolano en territorio colombiano como los principales motivos.
Encuentra en Poderopedia Venezuela los perfiles de los diplomáticos venezolanos que representan a Maduro y Guaidó, en América y Europa.