Según un estudio realizado por Transparencia Venezuela con base en las Gacetas Oficiales digitalizadas por Vendata, el Estado Venezolano es propietario de 576 empresas, y desde el año 2000 expropió y confiscó 441. Todas se encuentran quebradas, a pesar de que es el mismo Estado el que pone las reglas del juego, controla los precios y las divisas, un contexto de control cambiario que nació en el 2003, dos años después de que asumiera la presidencia el teniente coronel Hugo Chávez Frías.
Sin lugar a dudas, desde la llegada del chavismo al gobierno en 1998, a lo largo de estos 20 años han puesto sus manos también en el poder económico como parte de un proyecto político basado en una ideología que Chávez llamó “socialismo del siglo XXI”.
El resultado ha sido invariablemente un sistema de empresas en bancarrota. Es por eso que Poderopedia Venezuela, a través del periodismo asistido por computadora (PAC), y tomando como fuente documental la investigación realizada por Transparencia Venezuela y Vendata, construyó una serie de perfiles de compañías del Estado que en estos años de chavismo han traído destrucción donde antes hubo prosperidad, bajo el título “20 empresas 20 ruinas” : Lácteos Los Andes, Alcasa, Conferry, Pdvsa, Agropatria, Industrias Diana, Fama de América, Sidor, Corpoelec, Abastos Bicentenario, Clorox, Smurfit Kappa, Bolipuertos, Famapatria, Mercal, Agrofanb, Kimberly Clark, Sivensa, Pdval e Hidrofalcón.
“20 empresas 20 ruinas”, retrata la caída significativa de la producción de estas empresas luego de las expropiaciones, o la exigua productividad tras haber sido creadas por el Estado. El panorama se oscurece cuando se constata que estas empresas tocan temas sensibles. La gran mayoría se dedican -o dedicaban- a algunos rubros relevantes como el agroalimentario o los servicios públicos, incapaces de atender las demandas más básicas de los ciudadanos.