Cilia Flores

Abogada nacida en Tinaquillo, estado Cojedes, en 1956, y graduada en la Universidad Santa María (USM) en 1985, Flores asumió una tarea que pocos colegas aceptaron en su momento: ejercer la defensa legal de un grupo de militares presos a raíz del fallido intento de golpe de Estado contra el entonces presidente Carlos Andrés Pérez, el 4 de febrero de 1992. Entre ellos estaba el líder de la asonada: el teniente coronel Hugo Chávez. En aquellos días, conoció a Maduro de quien sería, a partir de 1994, su pareja.

Maduro ha afirmado que Flores fue víctima de hostigamiento por el papel que desempeñó entonces: “Le allanaron la casa como 20 veces. A sus hijos que eran niños les pusieron fusiles en la cara. Una vez se la llevaron presa con su hijo de 9 o 10 años”.

Flores formó parte del Movimiento Bolivariano Revolucionario 200 que se mantuvo activo después de que Chávez salió de la cárcel indultado por el presidente Rafael Caldera. También fue de las primeras integrantes del Movimiento V República (MVR), que fue  constituido en 1997 como plataforma electoral para acompañar al teniente coronel retirado en los comicios presidenciales de 1998, que le permitieron acceder al poder.

Trayectoria parlamentaria

La abogada tuvo una carrera de 12 años en el Poder Legislativo. Fue electa como diputada de la Asamblea Nacional (AN) por Caracas por primera vez en 2000 y reelegida por dos períodos consecutivos. Ocupó la jefatura de la fracción parlamentaria del MVR entre 2002 y 2006. Ese año fue designada presidenta del Parlamento en reemplazo de Maduro, quien había ejercido el cargo y fue nombrado entonces canciller.

Flores presidía la Asamblea cuando Chávez remitió en 2007 el proyecto de reforma socialista  de la Constitución. Los legisladores revisaron y ampliaron la propuesta del jefe del Estado bajo la tutela de la diputada Flores luego de un proceso de consulta nacional de aproximadamente dos meses, criticado por su premura dada la naturaleza del cambio radical que implicaba.

El argumento fue desestimado por Flores, quien consideraba que la reforma tenía un alcance limitado y podía ser analizada por todos los sectores de la sociedad en el lapso antes señalado: “Estamos en un proceso revolucionario que requiere avanzar y este es el mejor momento para hacerlo”, dijo en una entrevista con José Vicente Rangel en agosto de 2007. El proyecto fue finalmente sometido a referéndum y rechazado por el electorado en diciembre de ese mismo año. Chávez calificó el resultado como “una victoria de mierda” de la oposición.

Flores siguió al frente de la Asamblea Nacional y fue pieza clave en la promulgación de leyes con contenidos socialistas que para muchos ya habían sido rechazados en el referéndum constitucional. Igualmente condujo al Parlamento en los debates para la aprobación de poderes especiales que le permitieron a Chávez legislar por decreto en distintas materias gracias a las denominadas leyes habilitantes, entre otras la promulgada en 2010.

Salto al gobierno

Flores concluyó su gestión como presidenta de la Asamblea Nacional en 2011. Fue señalada de haber favorecido el nombramiento de varios de sus familiares en distintas posiciones de la institución, 37 en total, pero negó las acusaciones de nepotismo. Su sucesor, Fernando Soto Rojas, sin embargo, hizo modificaciones en la estructura administrativa del Parlamento apenas llegó a esa posición. La dirigente se mantuvo dentro del Poder Legislativo hasta 2012 -como presidenta de la Comisión de Política Interior– cuando fue designada Procuradora General de la República, por el expresidente Chávez.

Flores se sumó al comando que manejó la campaña de Maduro para la Presidencia de la República, luego de la convocatoria a nuevas elecciones a raíz del fallecimiento de Chávez. Tras el triunfo de Maduro, quien apenas pudo sacar una escasa ventaja de poco más del 1% en las presidenciales celebradas el 14 de abril de 2013, Flores dijo que a pesar de los “factores adversos”, Maduro había logrado “una gran victoria”.

Maduro y Flores se casaron tres meses después de las elecciones presidenciales. Apenas circularon en Internet y redes sociales fotografías de la ceremonia civil. Una de ellas los muestra a ambos ante Jorge Rodríguez, entonces alcalde del Municipio Libertador de Caracas. La pareja presidencial comparte no sólo la militancia en el Psuv: los dos son seguidores de Sai Baba, un controversial fallecido líder espiritual nacido en la India. Ella ha confesado, además, que junto a Maduro suele consultar el I-Ching, oráculo de la cultura china para visualizar las claves del destino.

Como “primera combatiente”, fue designada en la responsabilidad de organizar el Movimiento por la Paz y la Vida, cuyo objetivo es lograr una solución al problema de la violencia criminal en Venezuela, país donde cálculos de organizaciones no gubernamentales indican que hubo más de 24.000 homicidios en 2013. Nuevos señalamientos por supuesto tráfico de influencias fueron hechos por dirigentes opositores, en especial el referido al nombramiento de Carlos Malpica Flores como Tesorero Nacional. Malpica, según estos señalamientos, que no han sido desmentidos, es sobrino de la esposa de Nicolás Maduro.

El domingo 3 de mayo  de 2015 estrenó el programa «Cilia en familia», en Venezolana de Televisión (VTV), canal del Estado.

Desde el 3 de agosto de 2015 fue candidata a diputada -una vez más- de cara a las elecciones parlamentarias del 6 de diciembre de ese año: encabezó la lista de candidatos del Psuv en el estado Cojedes. «Ella me consultó y yo le dije usted es libre de ir a la batalla porque usted tiene su propio liderazgo», dijo Maduro en un encuentro con los candidatos del partido de gobierno.

Desde el 1 de mayo de 2017, formó parte de la comisión presidencial creada por Maduro para la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), que convocó durante una concentración por el Día del Trabajador. La comisión estuvo integrada por figuras como Elías Jaua, Adán Chávez, Delcy Rodríguez, Iris Varela, Aristóbulo Istúriz, entre otros.

Polémicas

Desde noviembre 2015, en plena campaña para las elecciones parlamentarias de diciembre, un nuevo escándalo rodeó a la pareja presidencial. Dos sobrino de Flores, Efraín Campos Flores y Franqui Flores de Freitas fueron detenidos en una operación de la División Especial Antidrogas (DEA) de Estados Unidos en Puerto Príncipe, Haití. El proceso judicial contra ellos duró dos años: Terminó exactamente el 14 de diciembre de 2017, cuando fueron sentenciados por la Corte del Distrito Sur de Nueva York a 18 años de cárcel -ya habían cumplido dos- por intentar traficar 800 kilos de cocaína a Estados Unidos. Ni Cilia Flores ni Nicolás Maduro se refirieron jamás en público a las acusaciones.

Tres años después de estos eventos, el 30 de mayo de 2018, Cilia Flores fue incluida por el Gobierno de Canadá en una lista de 14 funcionarios sancionados con congelación de activos, enajenación de bienes y prohibición de negociación con cualquier entidad canadiense.

Su nombre figura entre los funcionarios y empresarios, relacionados con el gobierno de Maduro, sancionados por el TIAR el 3 de diciembre de 2019. Las sanciones incluyen la congelación de cuentas y la prohibición de ingresar a territorio de los países miembros del Tratado.

La administración estadounidense de Joe Biden liberó el 1 de octubre de 2022 a Franqui Flores De Freitas y Efraín Campos Flores –sus sobrinos- luego de estar arrestados desde 2015 y ser condenados por narcotráfico en 2017 en una corte de Nueva York.