Eveling Trejo de Rosales

Cuando recorre algún barrio para inaugurar una calle, Eveling Trejo de Rosales suele vestir camisas manga larga y gorra azul. La acompaña una comitiva que facilita su caminata y evita que algunas personas se acerquen. Su personal busca, a través de su aparataje, asegurar la imagen que publicarán los periódicos al día siguiente: Eveling pintando una pared, Eveling quitando la propaganda electoral, Eveling asfaltando o Eveling con una escoba en la mano. Las imágenes, distribuidas por toda Maracaibo en pendones publicitarios y avisos públicos, imitan la práctica del exgobernador Manuel Rosales, que acompañaba su rostro con el eslogan “la verdadera fuerza del pueblo”.

En la biografía de Trejo que se pierde en la red, aseguran que heredó la maquinaria y fuerza política de su esposo. Ella lo conoció en 1978, cuando apenas tenía 17 años y era la asistente de la oficina legal en la Comisionaduría de Salud del estado Zulia, hoy Secretaría Regional de Salud. Para entonces, Rosales era un concejal del municipio Colón apoyado por Acción Democrática y había llegado a la capital para apoyar a un grupo de médicos que protestaba por su residencia en el poblado de Santa Bárbara. Rosales fue el mediador, y después de algunos minutos de manifestación, ingresó a las oficinas de la Comisionaduría.

Eveling aseguró en 2008 a medios locales que ese día Manuel se enamoró de ella. Estuvo 15 años en ese cargo, que consiguió gracias a que su padre, Antonio, era chofer de esa dependencia y abogó por ella para que obtuviera un oficio. A la vez, la adolescente iniciaba sus estudios de Ciencias Políticas en la Universidad Rafael Urdaneta.

Eveling no tuvo mayor renombre público hasta 2006, cuando los medios nacionales se enfocaron en la casi omnipresente esposa de Rosales, el principal adversario del presidente Chávez en esas elecciones. La mujer concedió entrevistas y, junto con los diez hijos del candidato –Rosales tuvo siete del primer matrimonio y tres con ella- transmitía la imagen familiar de la que carecía el candidato de Gobierno.

Candidata

En 2008 Trejo dejó de ser la acompañante del protagonista para tener una historia propia. Rosales, derrotado en las elecciones presidenciales de 2006, con doble gestión en la Gobernación del estado y recién electo alcalde de Maracaibo, escapaba del país después de la orden de aprehensión que emitiera la Fiscalía en su contra. Eveling, frente a las cámaras, sacó un pasaporte de su marido y aseguró que se resguardaba, no escapaba de las autoridades. Ya Rosales no estaba en el país.

Desaparecido Rosales, Daniel Ponne, del partido Un Nuevo Tiempo y presidente del Consejo municipal de Maracaibo, tomó la administración de la ciudad y Eveling Trejo ganó espacios en los periódicos locales con la creación de una fundación dedicada al rescate de lugares públicos llamada Sembrando a Maracaibo Mía. No era candidata, pero ya la población se acostumbraba a ver a Eveling sembrando, cortando y removiendo la tierra. En 9 de diciembre de 2010 Trejo de Rosales ganó las elecciones municipales y recibió la ciudad con problemas en el transporte público y la recolección de basura. La gestión, que se extendió hasta diciembre de 2013, se caracterizó por los conflictos que Nerio López, un dirigente sindical del barrido manual, protagonizó en su contra debido a las intenciones de la alcaldesa de reducir la nómina que se había extendido durante la administración de Giancarlo Di Martino, exalcalde chavista que gobernó Maracaibo desde 2000 hasta 2008. Trejo publicó espacios publicitarios para exponer que el 70 por ciento de todo el presupuesto municipal se pagaba a los “salserines” –llamados así porque barren la calle de sol a sol-  y el resto del personal local. El hecho generó protestas callejeras en el casco central y, a su vez, el malestar general debido al colapso de las vías y mal estado de las calles.

La gestión de Eveling, soportando las fuertes críticas de chavistas y opositores, se basó en los programas sociales que su esposo había instaurado en su administración como gobernador. De las críticas y denuncias por la mediocre recolección de basura, las protestas y la poca presencia de Polimaracaibo en las calles, Trejo se defendía asegurando que el Gobierno Nacional no aportaba lo correspondido a la jurisdicción y que el sospechoso aumento de la nómina durante la gestión de Di Martino consumía casi todo el presupuesto. Pese a la baja popularidad como alcaldesa, Trejo de Rosales se mantenía como el bastión político de la oposición en el estado Zulia.

En 2010, enfrentándose a su primera administración, Eveling tuvo tiempo de formar parte en la promoción 24 de abogados en la Universidad Rafael Belloso Chacín. Su fotografía, vestida con toga y birrete blanco, generó críticas en las redes sociales e incluso comparaciones sarcásticas con Blanca Ibañez, la secretaría del expresidente Jaime Lusinchi a quien acusan de comprar su título universitario en la Universidad Santa María. Era el tercer intento de Trejo por obtener un título universitario desde finales de los 70, cuando pasó por los pasillos de la URU y luego en los 90 cuando inició estudios de Derecho en La Universidad del Zulia. 

Descrita a sí misma como humilde y regionalista, a Trejo le gusta cocinar y atender con esmero a quienes la visitan en su casa de dos plantas ubicada en la opulenta avenida El Milagro, cerca del hotel El Paseo y con acceso al Lago de Maracaibo. En diciembre de ese mismo año, cuando se estrenó como alcaldesa, ingresó a las cuentas del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales con un sueldo menor a los dos mil bolívares a la semana.

Segunda gestión

Pese a los pesimistas pronósticos de politólogos como Jesús Castillo Molleda, que auguraban la derrota de Eveling frente a Miguel Ángel Pérez Pirela –candidato del Partido Socialista Unido de Venezuela con al menos dos publicaciones y estudios en la Universidad de Roma y La Sorbonne de París- la candidata de Mesa de la Unidad Democrática y Un Nuevo Tiempo ganó de nuevo las elecciones municipales en diciembre de 2013. En las múltiples entrevistas que concedió, la esposa de Rosales justificaba su gestión anterior asegurando que era muy poco tiempo para ordenar los problemas de la ciudad y pidió una segunda oportunidad.

“Esto es una desfachatez y un descaro de estos señores de Un Nuevo Tiempo que después de presentar un pésimo informe de gestión, dejan la ciudad al garete”, dijo el 1 de abril de 2012 el concejal marabino Henry Ramírez, militante del PSUV que concedió una entrevista a YVKE Mundial para decir que en Semana Santa Trejo viajó por vez 57 a Panamá para verse con su esposo.

Desde que inició el año 2014, Trejo de Rosales no desestimó un acercamiento con el Gobierno Nacional y asistió al menos a dos reuniones que protagonizaron los altos funcionarios en la ciudad. En marzo, ya iniciado el conflicto callejero del 12 de febrero, el presidente Nicolás Maduro la llamó hipócrita durante un acto público en El Calvario, Caracas. Criticó que, después de decir que era “su mano derecha en Maracaibo”, Eveling apoyara las que él llamó guarimbas y la acusó de “guarimbera”. Maduro justificó su señalamiento en la exigencia que la alcaldesa de Maracaibo hizo al gobernador Francisco Arias Cárdenas de devolverle la administración de la plaza República, ubicada en el bulevar 5 de Julio y sitio de pernocta de los manifestantes en la ciudad. Militares y policías al servicio de la Gobernación desmantelaron el campamento y detuvieron a decenas de estudiantes acusándolos de tener drogas y armas dentro de la plaza. Trejo, en respaldo a los dirigentes políticos de oposición, encabezó una marcha simbólica desde el estadio Alejandro Borges hasta la plaza y los estudiantes regresaron al campamento. Polimaracaibo detuvo posteriormente a un grupo de atacantes simpatizantes del Gobierno que provocaron destrozos en la urbanización Palaima.

Como alcaldesa, Trejo de Rosales conserva las mismas críticas de su gestión anterior, pero como dirigente política y pese a los intentos de acercamiento con Nicolás Maduro, Eveling mantiene su liderazgo y representa un respaldo a quienes adversan al Gobierno Nacional.