Euclides Campos Aponte

El mayor general Euclides Amador Campos Aponte era uno de los hombres de confianza del presidente Hugo Chávez, a quien acompañó como capitán de comunicaciones en la intentona golpista del 4 de febrero de 1992 contra Carlos Andrés Pérez.

Fue uno de los primeros cadetes en incorporarse a su grupo de aliados dentro del Ejército. Campos era alférez y Chávez, teniente. Era 1982. “Fue una noche inolvidable, aquí en nuestra alma mater, cuando se juramentó y se incorporó; alférez, todavía, a lo que se fue expandiendo por todas partes”, dijo Chávez en el Aló Presidente N° 335, del 12 de julio de 2009, desde La Victoria, estado Aragua, en el que destacó las dotes artísticas de Campos Aponte con el arpa y la música llanera, propia de su natal Apure.

El militar se graduó en 1982 en la posición 43 de la Promoción Coronel “Antonio Nicolás Briceño”, de la que egresó también el gobernador del estado Trujillo, Henry de Jesús Rangel Silva, incluido en 2008 en la lista negra de apoyo al narcotráfico y al terrorismo, elaborada por la Oficina de Control de Bienes Extranjeros del Tesoro (OFAC) del Departamento del Tesoro de Estados Unidos, por asistir a la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y a carteles de droga.

Su gusto por el arpa fue lo que conectó a Campos Aponte con el ex presidente Chávez como él lo recordó en 2009. “Empezamos a conocernos porque él toca arpa y yo llegué de una vez a organizar mi conjunto de arpa y a hacer actos culturales, la cultura, la cultura es revolucionaria, arpa, cuatro… Y Campos Aporte es un buen arpista”, dijo Chávez en el Aló Presidente N° 335. Años más tarde, Chávez lo definiría como un “hijo de la vida”.

El militar era nombrado con frecuencia por Chávez, principalmente en actos militares. En septiembre de 2005, fue designado Comandante del 34 Regimiento de Comunicaciones de la Comandancia General del Ejército y, dos años después, fue nombrado miembro principal de la junta directiva de la estatal de telecomunicaciones Cantv. Su suplente era Rangel Silva, entonces titular de la Dirección de los Servicios de Inteligencia y Prevención (Disip).

Para el periodo 2009-2010, ambos uniformados fueron ratificados como miembros principal y suplente de la directiva de la telefónica, respectivamente. Un año después, Rangel Silva fue nombrado presidente de Cantv, en sustitución de Jacqueline Farías.

Durante su paso por la Cantv, fue vinculado a la penetración cubana en las telecomunicaciones venezolanas, de acuerdo con un artículo de El Nuevo Herald, en el que se destaca que cuatro importantes empresas con participación cubana estaban controlando proyectos claves en la expansión de las redes de internet en el país, la elaboración de los nuevos documentos electrónicos de identidad y la construcción de un enorme cable submarino de más de 1.500 kilómetros. La presencia militar representada por Campos Aponte y Rangel Silva en Cantv daba luces del control militar del plan.

Frente al Ejército

Su incursión en las telecomunicaciones públicas, que frustradamente arrancó el 4F, duró un quinquenio. En julio de 2010, el presidente Chávez nombra a Campos Aponte, Comandante General del Ejército Bolivariano, rol que desempeñó por dos años hasta el 14 de julio de 2012, cuando entregó el estandarte del componente y pasó a retiro, tras cumplir 30 años de servicio.

Ese día asumió el mando del Ejército el Mayor General Carlos Alcalá Cordones, amigo de Campos Aponte y hermano de Clíver Alcalá Cordones, señalado en 2011 por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos por casos de tráfico de armas y drogas.

“Agradezco infinitamente al mayor general Euclides Campos Aponte por haber comandado el Ejército Bolivariano con firmeza y compromiso bolivariano y socialista, popular y patriótico en estos últimos dos años”, dijo el presidente Chávez en su discurso de transmisión de mando del Comando Estratégico Operacional de la FANB, haciendo extensivas sus palabras a la esposa del militar, Ana, y a sus hijos, Aneuclis, Anyisel y Euclides.

Al frente del Ejército, fue de los primeros en usar el lema “Patria, socialismo o muerte, venceremos” en las filas de la FANB. Lo hizo el 4 de febrero de 2007 tanto en la salutación para pedir autorización de cara al inicio del desfile como en la culminación de la exhibición militar durante el desfile militar en honor a la rebelión cívico-militar de 1992 en Fuerte Tiuna.

“Algunos dicen que es una orden que yo di. No, eso les sale a esos muchachos del alma; porque nacieron en este proceso”, dijo el presidente Chávez en una entrevista con José Vicente Rangel el 04 de marzo de 2007.

Lo acompañaron en el alto mando del Ejército: Miguel Ángel García Bravo, segundo comandante y Jefe del Estado Mayor General del Ejército y Carlos Antonio Alcalá Cordones, inspector general del Ejército Bolivariano. Casi en paralelo, su compañero de armas Henry de Jesús Rangel Silva, pasó a ser Comandante Estratégico Operacional de las Fuerzas Armadas.

En junio de 2011, destacó en su rol de Comandante General del Ejército -durante los actos conmemorativos del 190 aniversario de la Batalla de Carabobo y del Día del Ejército Nacional- que desde la llegada a la presidencia de Hugo Chávez Frías, la institución que representaba se había transformado, para dejar atrás a un ejército “desarraigado del pueblo, enclaustrado entre cuatro paredes y empleado para reprimir”, reseñó la Agencia Venezolana de Noticias.

Durante el desfile para conmemorar los 200 años del Ejército, acusó a la oposición de tratar de dividir el cuerpo castrense. “Seguramente en los planes del imperio y de la oposición venezolana estará sonsacar a algún General o Comandante de unidades de combate o unidades superiores (…). Dudo que lo logren, sencillamente porque no tienen liderazgo, credibilidad, porque chocarían con una gran masa”, declaración que generó reacciones en contra de los partidos de oposición. 

En agosto de 2011, se le vinculó con el supuesto plan de Chávez –bajo el nombre Operación Águila I- de controlar y eliminar progresivamente los componentes militares, que serían desplazados por las Milicias Bolivarianas, según un trabajo publicado por El Nacional. 

Nulo conocimiento industrial

Más de un año después de su pase a retiro, el entonces presidente de la Corporación Venezolana de Guayana (CVG), Carlos Osorio, firma en mayo de 2013 su nombramiento como presidente de la reductora de aluminio estatal, CVG Venalum, un territorio totalmente desconocido para el militar.

“Es muy accesible, no maneja el mundo industrial pero ha ido aprendiendo”, dijo un funcionario cercano a su gestión. “Es un apureño tranquilo de muy bajo perfil”, comentó otro conocido.

Fue destituido del cargo a finales de agosto de 2015, de acuerdo con la Gaceta Oficial N° 40.733. Frente a la industria, fueron exiguas sus apariciones en los medios de comunicación. Durante los dos años llevando la batuta de la reductora, los niveles de producción decayeron y no logró configurar un plan de rescate a tono con el ferviente discurso que tenía frente al Ejército.