Andrés Izarra

De los muchos episodios en la vida pública de Andrés Izarra, ex ministro de Turismo, uno de seguro será siempre el más recordado. En agosto de 2010, actuando en condición de presidente de la cadena televisiva Telesur, fue entrevistado en CNN junto al coordinador del Observatorio Venezolano de Violencia, Roberto Briceño León, sobre las cifras de inseguridad que, según la ONG, padecía el país.

El especialista opinó sobre los altos índices de homicidios y comparándolo con el de países como Colombia y México. La reacción del entonces representante de Telesur, -también ministro de Comunicación del fallecido presidente Hugo Chávez en tres oportunidades y, desde el 22 de abril de 2013, ministro de Turismo del presidente Nicolás Maduro-, fue muy particular. Sólo pudo reírse. No intentó reprimir su risa y, al ser interrogado por el periodista, descalificó la labor de la cadena televisiva y justificó sus gestos como única reacción posible. “A la pornografía periodística, se le suma la falta de seriedad, la irresponsabilidad y la ridiculez”, dijo.

La frase, en adelante, se hizo carta de presentación de Izarra, que la utilizaba para denunciar la presunta “campaña” de algunos medios de comunicación contra el gobierno de Chávez. Inclusive, días después de su alocución, le siguió un libro “Los guardianes del periodismo ponográfico”, escrito por él y el periodista Félix López en sólo cuatro días.

El periodista de contradicciones

Hijo de un militar retirado que colaboró con el presidente Chávez en el fallido golpe de Estado de 1992, desde que Izarra entró al Gabinete Ejecutivo en 2004, ha ocupado tres cargos públicos contabilizados hasta septiembre de 2014. Desde entonces dio declaraciones polémicas, mantuvo altercados por las redes sociales y evidenció una posición dedicada a la protección del chavismo.

Izarra es periodista de oficio y ha laborado en varios medios de comunicación que, después, no dudó en descalificar. Según el diario La Nación de Argentina, Izarra inició su carrera periodística a principios de la década de los 90 en Europa colaborando con la revista de su tío Richard Izarra, editada en Miami, y pasaría luego por México y Estados Unidos, donde tuvo la oportunidad de colaborar con las cadenas NBC y CNN. Allí se mantendría hasta finales de esa década, cuando regresó a Venezuela para trabajar en Rctv, como productor del noticiero El Observador.

Los últimos dos medios han sido blanco de sus acusaciones. En 2010, fue protagonista de la escena en CNN; pero en 2012, cinco años luego del cierre del canal de televisión Rctv, Izarra declaró que la salida del aire “purificó” las pantallas de los venezolanos de “tanto veneno”. La palabra resulta curiosa, teniendo en cuenta que, según perfil de La Nación de Argentina publicado en junio de 2007, el entonces productor de El Observador procuraba que las emisiones del noticiero tuvieran informaciones sobre asesinatos pues “sólo la sangre vendía”.

En 2002, luego del golpe de Estado del 11 de abril, Izarra renunció a su cargo en Rctv. Ese día la oposición venezolana había convocado una concentración al Este de la ciudad en protesta al Gobierno del presidente Chávez. Del otro lado, el chavismo se congregab para defender al Presidente. Los ánimos se intensificaron y lo que inició como una concentración pronto se convirtió en una marcha hacia el palacio presidencial de Miraflores. Hubo muertos y heridos. En esos momentos, el Gobierno nacional decidió emitir en cadena nacional un comunicado para calmar los ánimos. Ante ese escenario, las televisoras dividieron las pantallas mostrando simultáneamente el mensaje del Gobierno y la cobertura de las manifestaciones. Esa decisión fue un acto de “desobediencia y saboteo” según documentos del oficialismo. Izarra criticó al canal donde trabajaba, denunció manipulación de las informaciones y defendió al Gobierno. 

Entrada a la política

Dos días después de los sucesos del 11 de abril, aproximadamente a las 3:30 de la tarde Izarra renunció a la Gerencia de Producción de El Observador. El 23 de mayo de 2002, ante la Asamblea Nacional, Izarra explicó su renuncia: “se puede resumir en la instrucción que recibí el viernes 12 en la mañana la cual prohibió expresamente que en pantalla apareciera personalidad alguna del sector oficialista”.

En 2003 fue nombrado agregado de prensa de la embajada de Venezuela en Washington, y al año siguiente formó parte del Gabinete Ejecutivo como ministro de Comunicación e Información, cargo que ocupó en tres oportunidades (2004-2005, 2008, 2010-2012).

Durante su primera administración, Izarra promovió la aprobación de la Ley de Responsabilidad Social en Radio y Televisión (Ley Resorte) que buscaba “conceder a la producción nacional, y especialmente a la producción nacional independiente, un rol protagónico en el nuevo orden comunicacional”. No obstante, según informe de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de 2009, organismo del cual Venezuela se retiró en 2013, la redacción de varias de las disposiciones de la ley resultaba “vaga e imprecisa(…) en particular, aquéllas que consagran las conductas no permitidas y las correspondientes sanciones”.

Las contradicciones en Izarra, sin embargo, siguen como cartas en la mesa. En 2005, renunció al ministerio para dirigir la televisora Telesur, puesto donde se mantuvo por más tiempo (6 años). “Tenía que presentarse una separación necesaria para que el gobierno no tuviera una injerencia directa en Telesur”, dijo en esa oportunidad. Sin embargo, durante 2008, coincidió en ambos cargos. Durante ese año promovió la aprobación de la Ley Resorte que, entre otras cosas, regulaba la presentación de contenido, incentivó la producción nacional y creó la figura del Productor Nacional Independiente (PNI) que promueve la producción de contenido sin necesidad de pertenecer a un medio audiovisual.

Sin embargo, a pesar de promover la Ley Resorte como una democratización de los medios de comunicación en Venezuela, ese mismo año Izarra decidió que el canal del Estado Venezolana de Televisión (VTV) cobraría una comisión a los canales que retransmitieran su señal. Según nota del diario El Universal, VTV cobraba a Globovisión cerca de 432 millones de bolívares por cada hora de retransmisión.

La medida duró poco: no se oficializó, pero generó que Izarra pusiera su cargo a la orden del Presidente de la República por haber tomado la decisión sin consulta previa. Sin embargo, en comunicado del Despacho de la Presidencia en mayo de 2008, el jefe de Estado Hugo Chávez decidió ratificarlo como ministro.

Vínculo con la oposición

A pesar de formar parte del Gobierno nacional desde 2003, y de mantener un discurso favorable a las virtudes del chavismo, Andrés Izarra tiene una conexión con la oposición. En el 2005 se hizo pública su relación con la periodista Isabel González, hijastra del alcalde Metropolitano de Caracas, Antonio Ledezma. En una entrevista con la periodista Shirley Varnagy, dijo que la relación era cordial y que el tema político era evitado. Posteriormente, ante la misma pregunta, Antonio Ledezma lo confirmó.

Luego de salir del Ministerio de Comunicaciones en 2012, Izarra volvió al Gabinete Ejecutivo al año siguiente para formar parte del gobierno del presidente Nicolás Maduro. El 22 de abril de 2013, fue nombrado como titular del Ministerio de Turismo, en palabras del Presidente porque “siempre se preocupó por mostrar lo mejor de Venezuela ante el mundo”.

Desde allí, inició la campaña del personaje Cheverito para incentivar el turismo en Venezuela. La figura animada de un muchacho que, equipado de bolsos, recorre los destinos más turísticos del país. No obstante la iniciativa, durante su administración a Izarra le tocó enfrentar la mayor crisis en la venta de boletos aéreos en el país.

A partir de 2013 se inició en Venezuela una crisis de boletos aéreos. Alrededor de 38 aerolíneas, nacionales e internacionales, reclamaban al Gobierno Nacional el pago de una deuda adquirida entre los años 2012 y 2013. Según la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (Iata), la deuda se calcula alrededor de 3,9 millardos de dólares. A pesar de que el presidente Nicolás Maduro en distintas oportunidades reiteró la disposición del Gobierno de saldar lo debido, en mayo de 2014 desde el Ministerio de Transporte Acuático y Aéreo se anunció que a partir del 1 de julio, la venta de boletos sería calculada a tasa de Sicad II, que ubica al dólar alrededor de los 50 BsF.

El 27 de mayo de ese año, Izarra, no osbtante se mostró a favor de la medida. “Esto nos hace más competitivos, no solamente con la interconexión aérea sino con el turismo receptivo. Vamos a incrementar nuestro turismo interno”, anunció. Para el 3 de julio de 2014, sin embargo, la medida todavía no se había concretado, por una extensión de los lapsos tarifarios. De cualquier modo, según una nota de El Mundo, la frecuencia de vuelos en el país se redujo en 50% para el 25 de septiembre de 2014.