Minci

El 21 de agosto de 2002 –cuatro meses después de sufrir un fallido golpe de Estado- el presidente Hugo Chávez afirmó que uno de los mayores errores de su gobierno era la ausencia de una buena política informativa. Señaló a los medios privados de no difundir los logros de su gestión. "La mayoría de los medios han asumido una actitud de oposición y han perdido la objetividad para informar de la verdad", dijo el mandatario y anunció la creación del Ministerio de Comunicación e Información (Minci), ente que centraliza la comunicación gubernamental.

La primera en encabezar este despacho fue Nora Uribe, quien se desempeñaba como directora del Circuito Mundial. Desde entonces, once ministros han ocupado ese cargo responsable de la estrategia informativa del Estado. Antes, esa labor estaba bajo la responsabilidad del Viceministerio de Gestión Comunicacional, adscrito a la Secretaría de Presidencia, que funcionó durante tres años tras la supresión de la Oficina Central de Información (OCI): tenía la figura de ministerio bajo el gobierno de Rafael Caldera y fue eliminada por Chávez en 1999. Uribe, de hecho, reconoció que el nuevo despacho consistía en una reedición de la antigua OCI.

El Minci nació, de esta manera, para agrupar la estructura comunicacional del Estado, que incluía en 2002, entre otros, el canal Venezolana de Televisión, Radio Nacional, Venpres y la Imprenta Nacional. En esa época sólo existían –afirmó el periodista Modesto Guerrero en 2005– apenas tres medios alternativos. Hoy día, éstos también forman parte del Minci y suman 539 en total.

Cuando Chávez optó por la reelección presidencial en 2006, planteó la consolidación de la “hegemonía mediática del Estado” y dos años más tarde fue creado el Sistema Nacional de Medios Públicos (Snmp), a cargo del Minci, para agrupar diarios, emisoras, televisoras y agencias estatales. Sobre el ministerio recayó, además, lo establecido en el plan de gobierno 2007-2013: proponía entre sus metas “fortalecer los medios de comunicación e información del Estado y democratizar sus espacios de comunicación”.

Investigadores del área comunicacional han advertido el crecimiento sostenido de la política comunicacional del Gobierno nacional durante la administración chavista. Marcelino Bisbal, por ejemplo, declaró –en un reportaje publicado por el diario Últimas Noticias– que la plataforma mediática del gobierno venezolano no tenía precedentes en Venezuela ni América Latina.

Andrés Izarra, titular del Minci en tres oportunidades, fue el primero en plantear la hegemonía comunicacional del Estado. "Yo la lancé como una reflexión en el marco de la construcción del socialismo (…) Cuando yo hablo de hegemonía comunicacional es que los sistemas públicos tienen que convocar a las audiencia y ofrecer contenidos de altísima calidad, para hacer que lo público sea lo más atractivo y construir la mayor cantidad de consenso", explicó en 2007.

En 2012, otro año electoral, el entonces ministro Ernesto Villegas impulsó la consolidación de un “ejército comunicacional” que tuviera como finalidad defender a la llamada Revolución Bolivariana. Creó el Sistema Bolivariano de Comunicación e Información (Sibci), que sustituyó al Snmp al agrupar a todos los medios de comunicación del Estado, con un objetivo claro en el discurso oficial: hacer frente a la “hegemonía comunicacional de los medios privados”.

Propaganda oficial

Ese año más de la mitad del presupuesto del Minci fue destinado a propaganda oficial –de acuerdo con cálculos del diario El Nacional-: 64% de los recursos de 2012 de ese despacho fueron asignados a la difusión de los logros del gobierno de Chávez. Al año siguiente, fue igual: 65% de la partida presupuestaria correspondía a labores de propaganda a favor del presidente Nicolás Maduro.

Algunos reportajes comparan lo asignado al Minci con los recursos destinados a otros entes del Estado como, por ejemplo, los poderes públicos. Los recursos asignados a las plataformas comunicacionales del Estado para 2015 superan lo establecido para los poderes Legislativo y Electoral, publicó El País de España.

“Sigue siendo el ministerio de la propaganda política a favor del PSUV”, afirmó la vicepresidenta del Colegio Nacional de Periodistas, Nikary González, en octubre de 2014 cuando Jacqueline Faría fue designada como titular del Minci. Los nombramientos de este despacho, a su juicio, corresponden "a los mejores repetidores de un sector de Gobierno”.

Injerencia en medios privados

A partir de 2013 el Minci -además de controlar todos los medios públicos- comenzó a tener injerencia en algunos medios privados. El periodista David De Matteis fue despedido en febrero de 2014 luego de que la ministra de Comunicación e Información, Delcy Rodríguez, llamara al canal Globovisión para exigir su salida de la televisora. Rodríguez se molestó por varios tuits publicados por el periodista en contra del presidente. Así se lo informó el presidente del canal, Gustavo Perdomo. "Si eres molesto para el gobierno, no podemos hacer nada”, fueron las palabras de Perdomo, según declaraciones ofrecidas por De Matteis. La orden del Minci fue acatada por Globovisión, un medio comprado nueve meses antes, en condiciones opacas, por empresarios del sector seguros.

La Cadena Capriles, otra empresa editorial vendida en 2013, ha recibido sugerencias editoriales de parte del Minci, a través de correos electrónicos, para el diario Últimas Noticias. Periodistas que renunciaron ese año al periódico denunciaron injerencia gubernamental en la edición de los contenidos noticiosos.

El campo de acción de este ministerio también se extiende al área digital. A sus cuatro viceministerios –de Comunicación e Información, Televisión, Radio y Medios Impresos-, se sumó otro en enero de 2014: el Viceministerio para las Redes Sociales. El control comunicacional del Minci está en expansión.