En medio de una profunda crisis institucional -un presidente preso, bajos fondos, deudas internas, rivalidad con sus propios jugadores y pésimos resultados deportivos- la Federación Venezolana de Fútbol hizo oficial hoy la renuncia de Noel «Chita» Sanvicente como director técnico de la selección nacional, a la vez que presentó Rafael Dudamel como su sucesor. Desde que Rafael Esquivel fue puesto preso en Suiza por escándalos de corrupción, la administración de su mano derecha, Laureano González, al frente de la FVF ha tenido que sufrir la crítica y renuncia de futbolistas, -el defensor Fernando Amorebieta, en noviembre de 2015, fue el primero- quienes abiertamente han dicho que para que la crisis se solucione es necesario la renovación de la directiva; además de un pésimo rendimiento futbolístico y alarmantes números rojos. «Tenemos un contrato de 8 millones de dólares con PDVSA, pero la principal empresa del país no hay podido cumplir con nosotros (…) El país no tiene cómo responder (falta de dólares). Por esta situación no podemos traer un técnico extranjero» confesó González en rueda de prensa.