Un nuevo informe sobre la situación de derechos humanos en Venezuela fue dado a conocer a principios de julio por la oficina de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH), Michelle Bachelet. El balance, que engloba el período que va entre el 1 de junio de 2020 y el 30 de abril de 2021, indica que los patrones de torturas, malos tratos, penas crueles, desapariciones forzadas y detenciones arbitrarias han persistido en el territorio venezolano.
De acuerdo con el reporte presentado en el marco del 47º período de sesiones del Consejo de Derechos Humanos, la oficina de la Alta Comisionada documentó 17 casos de muertes al parecer “ocurridas en el contexto de operaciones de seguridad o de protestas”. El balance también menciona que estos procedimientos eran realizados por parte de los cuerpos de seguridad del Estado. “El ACNUDH no tiene conocimiento de ninguna acción emprendida por la Comisión Nacional para la Prevención de la Tortura”, dice textualmente el documento.
El informe expresa que en ACNUDH aún existe preocupación ante el panorama venezolano, el cual ha sido documentado en reportes anteriores del organismo. “A pesar de los esfuerzos realizados por las autoridades, la crisis sanitaria de la Covid-19 agravó los retrasos preexistentes en los procesos judiciales”, señala el reporte con respecto a los procedimientos judiciales en Venezuela y al derecho a un juicio sin dilaciones indebidas.
