La cabeza de los servicios de inteligencia del gobierno de Chávez estuvo detenido tres días en Aruba, acusado de colaborar con actividades narcotráfico. Cuando se daba como un hecho su deportación a EEUU, Holanda reconoció su estatus diplomático y regresó al país donde fue recibido por el presidente Nicolás Maduro en el III Congreso del Psuv. En 2008 fue sancionado por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos por armar, asistir y financiar a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Averiguaciones que datan de 2007 y 2008 indican que Carvajal puso su poder en la Dirección de Inteligencia Militar de Venezuela al servicio de los guerrilleros y narcotraficantes. Tras su liberación, tantos autoridades de EEUU como de Aruba señalaron que hubo amenazas para lograr que le dieran la libertad.
