Este empresario de origen sirio -residente de Venezuela desde los años setenta, que se habría iniciado como comerciante ambulante vendiendo relojes falsos- creó una red de empresas para estafar al Estado venezolano, según lo develado por una investigación del portal Cuentas Claras Digital. Su modus operandi: adquirir mercancía de las proveedoras de alimentos -carne y pollo, principalmente- próximos a vencerse, a bajo costo, para luego revenderlo, con sobreprecio, al Ministerio de Alimentación, a través de empresas de maletín creadas con nombres idénticos a los de las verdaderas proveedoras. Logró millonarias ganancias, mantiene propiedades en Miami y su nombre figura los recientes Panamá Papers (la filtración más grande de la historia) como una de las personas que recibió ayuda del bufete Mossack Fonseca para la creación de compañías en paraísos fiscales.