Oscar Schemel es uno de los encuestadores más conocidos y controversiales de Venezuela. Su firma, Hinterlaces, recibe la penúltima peor calificación de un estudio que evalúa el desempeño de siete encuestadoras en el país. Sus estimaciones suelen ser favorables al chavismo, así como las declaraciones del propio Schemel quien, dentro de sus análisis, valora especialmente la influencia cuasi religiosa del ex presidente Chávez sobre el público. En ocasiones sus palabras se han asemejado al discurso oficial y ha llegado a decir que Venezuela «como nunca antes, es víctima de una guerra psicosocial, una guerra económica». En mayo de 2012 fue denunciado por el dirigente de Primero Justicia, Tomás Guanipa, por presuntamente solicitar financiamiento del Gobierno para asistir a foros en el exterior y en enero de 2014 fue reconocido por el vicepresidente de la República, Jorge Arreaza, de ser directivo de la televisora Globovisión, vendida el año anterior al empresario Raúl Gorrín.