Una magistrada jubilada del Tribunal Supremo de Justicia, cercana a la primera dama Cilia Flores, estaría relacionada con un ciudadano, Richard José Cammarano Jaimes, solicitado por narcotráfico por la justicia venezolana y por ello, detenido el domingo 24 de mayo en el Aeropuerto Internacional de Maiquetía. Su nombre sonó para encabezar la Fiscalía General de la República y la Dirección Ejecutiva de la Magistratura, pero también en denuncias de la oposición venezolana en torno a la condena de policías y ex comisarios de la Policía Metropolitano por los hechos violentos del 11 de abril de 2002, tras orden directa del ex presidente Hugo Chávez hacia el Poder Judicial, que los magistrados -entre ellos Morandy- habrían acatado sin resistencia, según confesiones del ex magistrado Eladio Aponte Aponte.