Diego Arria

Diego Arria es un invitado frecuente en las investigaciones del Gobierno. Parte de su gestión pública durante la cuarta república fue objeto de investigación por los órganos de justicia y desde la llegada de Hugo Chávez a la presidencia, Arria se mantiene bajo lupa: se abrieron averiguaciones en su contra relacionadas con su hacienda La Carolina, del estado Yaracuy, en 2010 y acumula dos señalamientos vinculados a planes de magnicidio, primero en 2008 y una vez más en 2014.

Es uno de los dirigentes políticos más extravagantes de la oposición venezolana: es refinado en su vestir y hablar, domina cinco idiomas –español, inglés, italiano, francés y portugués-. Posee una amplia trayectoria diplomática en la Organización de las Naciones Unidas (ONU), desarrollada en los gobiernos de Rafael Caldera y Carlos Andrés Pérez.

Actualmente se mantiene muy activo en el mundo digital -a través de las redes sociales y su página web- donde se muestra como uno de los más radicales. “Aquí no habrá salida electoral”, sentenció en diciembre de 2013, meses después de que el candidato oficialista, Nicolás Maduro, triunfara en los comicios presidenciales y garantizara la continuidad del gobierno de su antecesor, Hugo Chávez.

Su rechazo al Gobierno nacional quedó claro en una carta enviada en 2008 al ex presidente de Costa Rica, Oscar Arias, para desestimar sus declaraciones a favor de las autoridades venezolanas. Dos años después, reforzó su postura opositora cuando su finca La Carolina, ubicada en Nirgua, estado Yaracuy, fue expropiada.

“Ahora anda por ahí chillando y dice que va a recuperar su tierra. Tendrá que tumbar a Chávez porque esto es de la revolución ahora”, dijo el entonces Presidente en televisión nacional tras anunciar la medida. Arria aseguró que llevaría adelante los juicios necesarios para recuperar la hacienda.  El entonces ministro de Agricultura y Tierras, Elías Jaua, declaró ante los medios que los terrenos carecían de registros de la cadena titulativa –conjunto de titularidades del dominio y demás derechos sobre el espacio- que indica la ley.

La Carolina fue una de las 900 fincas expropiadas entre 2003 y 2010, según datos de la Federación Nacional de Ganaderos. “(…) Finquero hasta que Chávez me robó (…)”, es una de las frases con las que se presenta Arria en su cuenta de Twitter.

Pero su origen no es campesino. Nació en Caracas el 8 de octubre de 1938 en el seno de una familia de clase media-alta. Hoy día, está casado y tiene tres hijas, dos biológicas y una de crianza. Estudió en el colegio La Salle de Caracas y continuó su formación académica en Estados Unidos: a los 15 años ingresó en la Academia Militar de Augusta, en el estado de Pensilvania, y después se graduó en Economía y Ciencias Políticas en la Universidad de Michigan.

Recién graduado, según relata en entrevistas con la prensa, fue llamado a trabajar en el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Su participación en el proyecto turístico de Cancún favoreció su posterior designación en Venezuela para laborar en la administración del turismo nacional, bajo el gobierno del copeyano Rafael Caldera. Ello, pese a que Arria era militante de Acción Democrática (AD), el partido rival de Copei. De hecho, es el padrino de una de las hijas del ex presidente adeco Carlos Andrés Pérez.

De Caracas a la ONU

Entre 1969 y 1974 se desempeñó como presidente de la Corporación Nacional de Hotelería y Turismo. En 1973 se sumó al Congreso como diputado por el Distrito Federal, pero sólo duró un año. Carlos Andrés Pérez asumió el poder y lo designó gobernador de la ciudad capital. También lo nombró presidente del Centro Simón Bolívar, una empresa del Estado dedicada a la planificación y construcción de obras públicas en Caracas. Durante su gestión puso en marcha planes de modernización de infraestructura y servicios, como la construcción del bulevar de Sabana Grande, de Catia y del Cafetal; la creación de la Fundación para la Cultura y las Artes de Caracas (Fundarte), un nuevo sistema de transporte con flotas provenientes de Inglaterra (Leyland) y Hungría (Ikarus), entre otros.

En enero de 1977 encabezó el Ministerio de Información y Turismo. En ese cargo colaboró con la creación del Parque Nacional Morrocoy y el Parque Nacional Canaima, y ejecutó campañas para la promoción del turismo en el país. En estos años como ministro enfrentó disidencia mediática: el director de la revista Resumen, Jorge Olavarría, lo acusó de amenazar y amedrentar a los anunciantes, para –señaló en un editorial- “minar las bases económicas de un medio que estaba ejerciendo su derecho a la crítica”. Arria, pese a estas críticas, confió en su popularidad y renunció en marzo de 1978 para postularse, sin éxito, a la presidencia de Venezuela.

Su aporte en el desarrollo de la información y las comunicaciones en el país no se limitó a la gestión pública sino que también contribuyó desde la empresa privada. Creó el Diario de Caracas en 1979 y fue fundador de la primera compañía de telefonía celular en Venezuela, Telcel.

Abandonó el país en 1980 para vivir en Nueva York, Estados Unidos, donde, además de impulsar negocios particulares, desarrolló una nutrida carrera en política internacional al desempeñar varios cargos en la ONU: Embajador de Venezuela ante el organismo, presidente del Consejo de Seguridad, secretario general asistente y consejero del secretario general, Kofi Annan.

Su mayor legado en la diplomacia internacional es la llamada “Fórmula Arria”, un mecanismo diseñado por él en 1992 para permitir reuniones informales y reservadas con los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU. Esta herramienta, por ejemplo, favoreció el abordaje del conflicto de la ex Yugoslavia de Europa Central.

En cuanto a sus propiedades en Estados Unidos, en marzo de 2011 vendió su casa en Connecticut, en Roxbury, valorada en 7.75 millones de dólares. En esa zona se ubicaba una de sus empresas, Bee Brook Farms LLC, vinculada a la actividad agrícola, que estuvo en funcionamiento entre 2004 y 2008 con ingresos anuales de 68 mil dólares.

En el país norteamericano también figura como miembro de la junta directiva del Institute of the Americas, en la Universidad de California, miembro de la junta de asesores de la organización no gubernamental Freedom Now y como presidente del consejo asesor de la firma de inversión financiera Athelera, de Nueva York.

Aspirante a la presidencia

En 2011, con más de una década fuera de la gestión pública, se presentó como uno de los precandidatos de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) –alianza de partidos opositores al Gobierno nacional- de cara a los comicios presidenciales del 07 de octubre de 2012. Aseguró haber desembolsado de su propio bolsillo un millón cien mil bolívares para esta postulación. Su principal propuesta era la convocatoria de una asamblea constituyente para recuperar los poderes públicos, que consideraba “secuestrados”, y refundar la Fuerza Armada Nacional. Su gobierno, explicó, consistiría en un periodo de transición radical de tres años.

En noviembre de 2011, en el marco de su campaña, elevó una denuncia ante el Tribunal de la Haya contra el ex presidente Hugo Chávez por crímenes de lesa humanidad cometidos bajo su administración.

Aunque se identificaba como parte de la Unidad, no escatimó en diferir. Fue el único de los precandidatos que no firmó el documento que contenía los lineamientos del Plan de Gobierno de la MUD por estar en desacuerdo con la “visión y compromisos políticos” de esta propuesta. 

Consideraba su trayectoria diplomática como una ventaja sobre los demás: “Mi experiencia es superior a la de ellos, porque en mi trabajo he transitado por el mundo”, declaró. Pero obtuvo apenas un apoyo de 1,3% -37.834 votos- en las elecciones primarias de la MUD celebradas el 12 de febrero de 2012. No es la primera vez que ha intentado ocupar la silla presidencial: en 1978 se postuló, al igual que en 2012, como candidato independiente y obtuvo 1,7% de los sufragios (cuarto lugar).

Investigaciones en su contra

Arria ha sido señalado en medios de comunicación de tendencia oficialista por la compra con sobreprecio de autobuses en 1975, cuando se desempeñaba como Gobernador de la ciudad capital. Los conductores del programa Zurda Conducta, de VTV, mostraron en televisión nacional un artículo de prensa que registró el fallecimiento de un niño de tres años tras caer por un hueco de uno de los vehículos, que –según denuncias posteriores- tenían un piso débil de cartón piedra.

“El Gobernador no convocó a licitaciones, saltó la aprobación de la Contraloría General de la República para la adquisición y violentó las normas del Banco Central (…) en su veloz carrera, ni siquiera convocó a la Junta Directiva de Inversiones de Transporte, la cual era presidida por él mismo, en su condición de encargado del Centro Simón Bolívar”, relata Miguel Maregatti, vocero del movimiento pro gobierno Tupamaro, en Aporrea.org. El caso fue investigado –según este artículo- por la Comisión de Contraloría de la Cámara de Diputados.

La Fiscalía General de la República también indagó en otras irregularidades de su rol frente al Centro Simón, según un documento de la fundación Centro Gumilla. Se trataba de una presunta compra con sobreprecio también de terrenos en las afueras de la parroquia Antímano. “Los cargos de peculado y complicidad llevan al juez Eduardo Verde Estévez a emitir las órdenes de búsqueda y detención de los implicados en este nuevo caso de corrupción administrativa (…) Las Comisiones Policiales encargadas de aprehender a Diego Arria y Luis T. Núñez A. se encontraron con que ambos se encontraban casualmente fuera del país”, reza el manuscrito. Arria se defendió calificando la persecución como un ataque a la prensa independiente, a propósito de su cargo como director del Diario de Caracas.

No hay registro, sin embargo, de que fuese imputado por alguno de estos casos.

La expropiación de su finca en 2010 lo puso nuevamente bajo la lupa gubernamental: el ministro Jaua aseguró que los registros de los terrenos y las relaciones laborales de sus empleados estaban bajo investigación. Cuatro años después, el Ministerio Público abre nuevas indagaciones en su contra, esta vez vinculadas a un plan de magnicidio contra el presidente Nicolás Maduro, que también incluye a la diputada María Corina Machado y al ex directivo de Petróleos de Venezuela (Pdvsa), Pedro Burelli, entre los investigados.

No es la primera vez que lo señalan por sus supuestas intenciones de asesinar al presidente de la República. El diputado Mario Isea lo acusó en 2008 de participar en un plan de magnicidio contra el ex presidente Hugo Chávez. El jueves 5 de junio de 2014, Arria recibió una citación para comparecer ante la Fiscalía General de la República el 12 de junio del mismo año, pero –según declaraciones de la Fiscal General Luisa Ortega Díaz- no asistió. 

La funcionaria anunció la emisión de órdenes de aprehensión contra Arria, el empresario Pedro Burerelli y el abogado Ricardo Koesling, los dos últimos también implicados en el presunto plan magnicida. Ortega Díaz informó que sus cuentas y bienes fueron congelados y añadió que los solicitados se encuentran fuera del país, por lo que se pedirá la colaboración de la Interpol para la búsqueda.