José Luis Leal

De todo el año 2013 hasta el 4 de agosto de 2014, los organismos de seguridad registran al menos 120 víctimas de sicariato en el Zulia. En medio de esta guerra silenciada para el resto del país, figura un empresario buscado por las policías por ser el presunto jefe de uno de los grupos mafioso enfrentado en el estado petrolero.

El nombre de José Luis Leal Rangel se publicó por primera vez en los medios impresos del estado Zulia después que una comisión de la Guardia Nacional llegara al fundo Valle Hondo y decomisara 33 panelas de cocaína, un arma antitanque, tres cargadores de fusil y una granada fragmentaria de uso militar. Eso ocurrió el 15 de octubre de 2008 y dos días después el Tribunal Tercero de Control de Cabimas emitió una orden de aprehensión en su contra por los delitos de ocultamiento de sustancias estupefacientes y sicotrópicas, ocultamiento de armas de guerra y aprovechamiento de cosas provenientes del delito.

A su esposa, Yunira del Carmen Fereria Fernández, también la solicitaron por esos delitos. Ambos son los dueños de la finca, ubicada en el municipio Miranda.

Pese a que la orden, identificada con el número VJ11BOL2008033106, se emitió directamente al puesto de la Policía Internacional en el aeropuerto La Chinita, nunca su rostro estuvo en alerta roja. Se desconoce su paradero actual. Desde entonces lo conocen en el Occidente del país como un hombre  poderoso que está detrás de las mafias callejeras, la corrupción policial y los más de 120 sicariatos que se han registrado desde 2013 y hasta finales de julio en La Cañada de Urdaneta, Maracaibo, Miranda y Santa Rita.

Después de emitida su solicitud, funcionarios de la Policía científica reconocieron que Leal tenía tentáculos dentro del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas y que había iniciado una guerra a muerte contra Antonio Meleán Vergel, un productor agropecuario señalado de ser la cabeza del crimen organizado en la región y que murió a tiros el 27 de diciembre de 2008 frente al centro comercial Taicupa de Maracaibo.

José Luis Leal Rangel nació el 5 de agosto de 1970 y tiene 44 años. Desde mediados de los 90 se le consideró hombre de confianza de Antonio Meleán.

Desde 1996 es el director general de la empresa Distribuidor de Materiales Industriales Dremiven (Rif. J303483496), ubicada en la urbanización Caura de Ciudad Guayana e inscrita en el Registro Nacional de Contratistas desde 2008. Tiene un capital pagado de 300 millones de bolívares fuertes y un solo empleado. El segundo director general es su cuñado y la gerente administrativa es su hermana.

Cuando Leal inscribió su empresa en el Registro Nacional de Contratistas, ya estaba solicitado. Incluso antes, en 2007, lo señalaron como dueño de las nueve toneladas de cocaína líquida que llegaron a Portugal el 22 de diciembre de ese año en un buque pesquero. La droga estaba revuelta con pulpos congelados que la empresa Caribbean Sea Food había exportado a Europa. Las autoridades lusitanas y españolas detuvieron a seis tripulantes y más tarde se determinó que la empresa estaba ubicada en el municipio Santa Rita y que su registro mercantil tiene fecha del 3 de diciembre de 2003.

Lo vincularon el 8 de octubre de 2008 con un alijo de cocaína que unos obreros sacaban de un camión propiedad de la cooperativa de transporte Consuma Que III, dentro de la finca Gran Gamelotal del sector Cantarrana de Cabimas. Más tarde, el 11 de marzo de 2009, le adjudicaron a Leal Rangel la propiedad de 13 bolsos viajeros que cuatro hombres sacaban de un camión cisterna en una finca de Santa Rita para montarlos en una Four Runner y una camioneta Cheyenne blanca con las siglas de Pdvsa. La entonces Policía Regional hizo el procedimiento y descubrió panelas de cocaína en los maletines.

En 2008 su empresa Drimeven había cerrado todos los contratos con Pdvsa: reparación del campo Morichal en Maturín, estado Monagas; mantenimiento de áreas verdes y almacén en Pariguán, estado Anzoátegui;y recuperación de tuberías y aplicación de grapas espaciadoras en sitios no especificados. Su Registro Nacional de Contratistas data de 2008 y está suspendido del sistema tras la aplicación del artículo 30 de la Ley de Contrataciones Públicas.

A partir de esa fecha se hizo pública su enemistad con los Meleán y el número de asesinatos creció. Los hijos de Meleán denunciaron un exterminio en contra de la familia y acusaron a miembros del CICPC. Más tarde, en 2012, el entonces subdirector del CICPC, Douglas Rico, advirtió que ni los Leal ni los Meleán acabarán con la población zuliana. Para esa fecha los medios locales contaban al menos 120 asesinatos vinculados con los Meleán y los Leal.

Política

En agosto de 2009 asesinaron a dos hombres y una mujer frente a la Universidad Rafael Belloso Chacín. Las víctimas eran sobrinos de Javier Briceño, entonces alcalde del municipio Valmore Rodríguez. La policía científica, supervisada poco después por el comisario Sergio González, determinó que el triple asesinato respondió a una venganza de los Meleán. Las autoridades tenían clara la red que opera en la Costa Oriental del Lago: el brazo ejecutor de Leal es Wilmer Antonio Matos Atencio y mantiene contactos directos con los Briceño.

Una de las bandas involucradas en los movimientos de Leal es la del “Niño Briceño”, identificado como Henry Briceño y sobrino del exalcalde del municipio Valmore Rodríguez. Fue el único sobreviviente del ataque frente a la universidad. Es el vicepresidente de la Compañía Anónima de Transporte Herbica, ubicada en Bachaquero, y que tiene contratos con Petróleos de Venezuela desde 2004. Su capital es de ocho millones de bolívares fuertes y tiene un promedio de 12 empleados anuales en nómina.

Al vicepresidente de Herbica lo busca la Guardia Nacional desde 2012 por extorsionar a unos empresarios. El número de cédula que refleja el Registro Nacional de Contratistas (número 17.643.675) no coincide con la existente en el Registro Electoral. En la página del Consejo Nacional Electoral se explica que el propietario de esa cédula es un hombre llamado Héctor Quintana y reside en el municipio Libertador de Caracas.

Carta

A finales de agosto de 2013 Marianela Meleán Isea, sobrina de Antonio Meleán, publicó una carta en el diario La Verdad para denunciar  que funcionarios del CICPC  organizaban supuestos enfrentamientos para asesinar a sus familiares por orden de José Luis Leal. En el escrito se denunció a Gustavo Hernández, entonces jefe de la subdelegación Maracaibo, a Juan Carlos Burgos, de la Brigada de Investigaciones, y al comisario Marcos Vivas, ya jubilado y quien fungió como jefe de la delegación Zulia.

En febrero el CICPC abatió a la mujer en un supuesto enfrentamiento cuando llegaba con dos hombres al centro comercial Lago Azul, en la avenida Sabaneta. Para entonces Hernández informó que la Meleán se negó a entregarse a las autoridades y abrió fuego. Las comisiones no pudieron controlarla y respondieron a tiros.

El 22 de julio de 2014 a Juan Carlos Burgos lo atacaron a tiros cuando viajaba por la carretera Lara-Zulia. Él, junto con otros tres funcionarios, resultó herido.

Carlos Sifontes, jefe de la Policía científica en Zulia, informó que los responsables del atentado son los miembros de una mafia y que a raíz de esa balacera se conformará un grupo élite para “sacar de su madriguera” a todos sus miembros.

A principios de agosto detuvieron a un funcionario activo de la policía científica en Cabimas por facilitar el intento de homicidio contra Burgos por petición de una banda criminal radicada en Panamá pero que opera en Santa Rita y Miranda, presumiblemente la de los Meleán.