Miguel Pérez Abad

Es ingeniero industrial egresado de la Universidad de Oriente y su trayectoria dentro del Gobierno le ha valido una reputación de hombre moderado. Es el responsable del primer sistema Dicom, modelo de subasta establecido para controlar el tipo de cambio. Por esa reputación de moderado, su nombramiento fue halagado por el gremio empresarial, como Henry Gómez Alberti (expresidente de Fedeindustrias) y el presidente de Fedecámaras, Francisco Martínez.

En junio de 2017 fue designado ministro de Comercio Exterior e Inversión Extranjera, por Nicolás Maduro. Hasta entonces fue presidente del Banco Bicentenario del Pueblo, de la Clase Obrera, Mujer y Comunas, designado el 26 de septiembre de 2016. Fue vicepresidente de Economía Productiva, nombrado en febrero de ese mismo año en sustitución de Luis Salas, quien duró sólo un mes en el cargo y fue destituido por motivos «personales».

También, en paralelo, fue ministro de Industrias y Comercio desde el 6 de enero de 2016, como sustituto de José David Cabello, hasta el 2 de agosto de ese año., cuando Maduro lo reemplazó por Carlos Farías en esa cartera. Presidió también el Estado Mayor para la Fijación de Precios Justos. Antes de figurar en el gabinete económico, se desempeñaba como presidente de la Federación de Artesanos, Micros, Pequeños y Medianos Industriales de Venezuela (Fedeindustria).

En enero de 2015 fue designado comisionado del Estado Mayor Económico. Desde entonces, sus declaraciones expusieron una posición favorable a la integración de los sectores públicos y privados de la economía al desarrollo de la producción nacional. “Los acuerdos, la concertación, el seguimiento, el disminuir el entramado jurídico institucional que hace engorroso la producción (…) No podemos avanzar en la construcción del modelo de producción socialista sin las empresas de capital privado, pero tampoco podemos poner en manos de los privados la elaboración de leyes y la no participación del Estado. El Estado tiene que vigilar, regular y controlar», declaró en una entrevista en el programa Sin Coba, del canal estatal Venezolana de Televisión. Dos años antes, en agosto de 2013, consideró en el canal Globovisión que uno de los errores del chavismo era el enorme gasto público, causante de la inflación.

Es ingeniero industrial egresado de la Universidad de Oriente. Figura como «cesante» en el Instituto Venezolano de los Seguros Sociales, como ex empleado de Helisold de Venezuela S. A., donde laboró hasta 1987. Integra Fedeindustrias desde los años noventa y fue director de Fedecámaras Anzoátegui, presidente de las Expojornadas Anzoátegui Productivo y presidente de la Cámara de Pequeños y Medianos Industriales de esa entidad. Empresario del sector gasífero y carbonífero, presidió la compañía Puerto Gas, líder del mercado de distribución de gas en el oriente del país. En 2008 fue precandidato a la Gobernación de Anzoátegui por el Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv). Durante su gestión de seis meses como ministro de Industrias y Comercio en 2016, Pérez Abad introdujo otro modelo de sistema cambiario, Dicom, un tipo de cambio flotante que reconocería al mercado y funcionaría bajo la ley de la oferta y la demanda. En una entrevista ofrecida al diario El Universal, en marzo de 2016, explicó: “Nosotros no vemos el nuevo sistema como un control de cambio. Pasamos del control de cambio en el cual recibías las divisas y las asignabas a un sistema de captura y administración de divisas. Este nuevo sistema cambiario está diseñado y orientado para que la gente traiga sus divisas y el Estado las pueda dirigir pero sobre todo para que entren y salgan del ruedo”. Sostuvo que este nuevo esquema apuntaba a la convergencia de los tipos de cambio hasta unificarlos.

Por estas inclinaciones, el nombramiento del empresario como encargado de la cartera de Industrias y Comercio fue visto con buenos ojos por miembros del gremio, como Henry Gómez Alberti (expresidente de Fedeindustrias) y el presidente de Fedecámaras, Francisco Martínez. Ambos apostaban a que Pérez Abad atendiera los verdaderos problemas que presenta el sector. Otra de sus iniciativas incluyó el “Sistema Centralizado y Estandarizado de Compras Públicas”, un modelo para hacer más transparentes y organizadas las compras del Estado que, según el director de la encuestadora Datanálisis, Luis Vicente León, representan 60% de las importaciones totales del país, “una cifra dramáticamente más alta que la de cualquier país racional del planeta entero”, asegura este economista, quien calificó la medida como “un intento del gobierno para organizar y controlar un proceso atomizado, no supervisado, ineficiente y corrompido de compras e importaciones que realizan de manera autónoma diferentes actores de gobierno central y de los entes descentralizados”.

Este sistema de compras, que entró en vigencia el 1 de febrero del 2016, está basado en una plataforma tecnológica que facilita los procesos de licitación de las compras del Estado. Pérez Abad explicó para el medio digital Venezuelaempresaria.com: “Va dirigido a todas las empresas, iremos aplicando mecanismos de gradualidad primero las microempresas, pequeñas, medianas y grandes; dando prioridad a las más pequeñas para fortalecer a la pequeña y mediana industria». Asimismo, se redujeron los requisitos para el Registro Nacional de Contratistas y se facilitaron recursos para las pequeñas y medianas industrias. A su salida, en agosto de 2016, varios analistas económicos sugirieron que la medida obedecía a radicalismos ideológicos en el seno de gobierno. “Aquellos que viven de la renta y de los dólares baratos que además controlan la asignaciones de divisas; y por otro lado, están los radicales que ven cualquier intento de flexibilización como una traición al legado de Chávez”, indicó Asdrúbal Oliveros, director de Ecoanalítica, en el portal Prodavinci.