Hinterlaces

El lunes 13 de julio de 2015, un sondeo de Hinterlaces daba el titular, en primera plana, al diario Últimas Noticias: “Maduro tiene respaldo de 59% del país”. La información revelaba, en cambio, que 59% de la población electoral prefería que el presidente Nicolás Maduro resolviera la crisis.

Hinterlaces es una de las encuestadoras más conocidas del país. Su fama corre la misma suerte que la de su director, Oscar Schemel, quien ha sido señalado desde la campaña presidencial de 2012 de favorecer al chavismo a través de sus estimaciones sobre la realidad política venezolana. En sus análisis ha llegado a decir que las editoriales de grandes medios internacionales eran “los instrumentos” para desestabilizar el país.

En 2012 también fue denunciado públicamente por el dirigente de Primero Justicia, Tomás Guanipa, de aceptar financiamiento del Estado a través de viajes para realizar foros en España y Argentina. La defensa de Schemel, en cambio, consistió en decir que las encuestadoras no deberían ser atacadas por sus sondeos y que “es normal que me acusen de chavista”.

Según un estudio realizado por los economistas Alfredo Guerra y Daniel Poveda, que evalúa el desempeño de siete encuestadoras en el país, la encuestadora de Schemel recibe la antepenúltima peor calificación desde su fecha de constitución en 2007, hasta las primarias de la oposición en 2012. A pesar de que entre Consultores 21, Varianzas, Datanálisis, GIS XXI, Ivad y Keller y Asociados, todas se han equivocado al menos una vez en sus estimaciones. Casi todas la veces que Hinterlaces ha errado un resultado, daba por ganador a la oposición.

En 2007, para la reforma constitucional, Hinterlaces acertó al afirmar que la opción del “No” ganaría la consulta, pero con 57,3% de apoyo, Según el Consejo Nacional Electoral, la reforma fue rechazada con 51% de los votos.

Para la enmienda constitucional de 2009, Hinterlaces consideró que se repetiría el mismo resultado y que 62% de las personas votaría en contra. Según el CNE, sin embargo, la opción del “Sí” impulsada por el presidente Chávez, ganó las elección con 54,85% de los votos.

Para las parlamentarias de 2010, el chavismo obtuvo la mayoría de los curules en la Asamblea Nacional con 48% de los votos. La oposición, por sí sola, consolidó 47,17% de apoyo popular pero al contar los votos de las otras organizaciones políticas distintas al Psuv, sumaban 52%. En ese escenario, Hinterlaces erró al estimar una victoria opositora con 41% frente a 37% del oficialismo.

En las presidenciales de 2012 comenzaron las críticas contra la empresa y su presidente, Oscar Schemel, de parte de factores de la oposición. En la última elección a la que se presentó el presidente Hugo Chávez, Hinterlaces estimó que este último ganaría con 48% frente a 30% de Henrique  Capriles, una diferencia de más 18 de puntos porcentuales. Los resultados ofrecidos por el CNE, también dieron por ganador al entonces presidente Chávez pero por 11%.

Ese mismo año, en diciembre, se celebraron elecciones regionales y en ese oportunidad, Hinterlaces volvió a errar. En el estado Miranda, por ejemplo, daba por ganador al ex vicepresidente Elías Jaua con 49% frente a 44% de Capriles. En esos comicios, en cambio, Capriles fue reelecto como gobernador con 51,83%. Amazonas, Miranda y Lara fueron los únicos estado conquistados por la oposición esos comicios.

En 2013, se presentaron también dos elecciones. En ambas, Hinterlaces erró al estimar al ganador o, por el contrario, al sobrestimar la ventaja con la que ganaría. En las presidenciales de abril, la encuestadora registró que el efecto tras la muerte de Chávez arroparía al entonces vicepresidente Nicolás Maduro y le daría una victoria de 53% de los votos frente a 35% de Henrique Capriles. En cambio, el CNE dio por ganador a Maduro con 50,62% y a Capriles con 49,12%. La diferencia de 1,49% fue uno de los más estrechos en la historia de Venezuela e impulsó a que, en días siguientes, el gobernador no reconociera los resultados.

Meses más tarde, en las elecciones municipales de diciembre, Hinterlaces erró algunos de los resultados. En todos los casos favorecía al oficialismo. En Maracaibo, por ejemplo, dio por ganador a Miguel Pérez Pirela con tan  sólo 38% de apoyo, por encima de la alcaldesa Eveling Trejo de Rosales. Según el CNE, Trejo fue reelecta con 51,74%.

Para 2015, año en que tocan celebrar las elecciones para renovar a todos los diputados de la Asamblea Nacional, el gobierno del presidente Nicolás Maduro enfrenta la popularidad más baja en 16 años del chavismo. Para marzo de 2015 se ubicaba en 25%, según sondeos de Datanálisis, y eso significaba una ventaja de 20 puntos porcentuales para la oposición venezolana.

A pesar de esto, Schemel es enfático al recalcar que “Venezuela es objeto de una feroz guerra psicosocial” y al insistir en los mismos alegatos del Gobierno Nacional sobre esto. “Las declaraciones del vicepresidente de Estados Unidos, la gira de la esposa de Leopoldo López, pronunciamientos de algunas cancillerías y editoriales de periódicos a nivel internacional. Esos son los grandes instrumentos de esta batalla”, llegó a decir en febrero de 2015.

Los estudios de Hinterlaces respaldan su opinión. Contrario a los registros de Datanálisis, para mayo de 2015 la firma de Schemel establecía que cerca de 80% de la población estaba dispuesta a votar y que 39% del electorado se identificaba con el chavismo, mientras sólo 23% lo hacía por algún partido de la oposición.