César Farías

Para algunos es el responsable de los buenos resultados de la selección nacional en los últimos años; otros lo recuerdan por su estilo agresivo al interactuar con la prensa, por su excelente relación con el presidente de la Federación Venezolana de Fútbol (FVF) e, incluso, según el diputado chavista Pedro Carreño, por “hacer negocios personales” a costas de la vinotinto.

El nombre de César Farías no pasa desapercibido. Es el director técnico de la selección nacional de Venezuela con más logros alcanzados: en 2012 fue considerado el octavo mejor seleccionador del mundo por la Federación Internacional de Historia y Estadística del Fútbol (Iffhs). Un solo episodio basta para describir su carácter. Fue el encontronazo que tuvo con el delantero brasileño Neymar, durante el entretiempo del choque Brasil-Venezuela en la Copa América 2011. Luego de una falta que aquel cometió sobre un jugador venezolano. Al respecto, Farías declaró más tarde: "Hay códigos y respeto en el fútbol, eso era lo que yo exigía”.

Es nativo de Güiria, estado Sucre en 1973 y, su trayectoria como técnico se inició muy joven. Al principio, jugó para el Monagas FC, equipo de segunda categoría, pero abandonó las prácticas como jugador para dedicarse a dirigir. Ya para 1993, con sólo 20 años, Farías dirigía al conjunto Nueva Cádiz, con quien se tituló campeón de la Segunda División en 1998.

Fue allí, también, que inició su relación con el futbolista Juan Arango, cuando este apenas contaba con 17 años. Desde entonces, la relación entre Arango y Farías sería muy unida. Cuando este último pasó a dirigir la selección nacional de Venezuela, Arango sería capitán de la vinotinto y una de las piezas claves en el eje de funcionamiento del equipo. Además, las carreras de ambos coincidirían en al menos otros dos conjuntos: Xolos de Tijuana y, desde el 15 de enero de 2015, ambos son socios del Zulia CF.

La Vinotinto

Desde el 2002 hasta el 2007, Farías dirigió distintos clubes de la primera categoría venezolana entre los que destacan el Deportivo Táchira, Mineros de Guayana y el Deprtivo Anzoátegui, el mismo conjunto que, entre 2009 y 2012, mantuvo a su hermano menor, Daniel, como técnico.

Desde que Farías asumió como entrenador de Venezuela en 2008, la selección inició su mejor momento. Bajo la dirección de Richard Páez, el anterior técnico, la selección nacional dejó balance de 30 victorias por 37 derrotas y, para 2008 se ubicaba de 65 en el ranking Fifa. Con Farías, en cambio, el despegue vino durante la Copa América 2011, realizada en Argentina.

Por primera vez en la historia, Venezuela logró pasar a la siguiente ronda de esta competición, y terminó como la cuarta mejor selección del continente para ese año. El objetivo siguiente era clasificar al Mundial de Brasil 2014. Durante todo el ciclo de Farías como técnico vinotinto, la selección disputó 85 partidos (exactamente la misma cantidad que Richard Páez), dejó un saldo negativo de 31 derrotas por 29 ganados, 25 juegos empatados, además de marcar 98 goles, recibir 119 y finalmente, no cumplir con el sueño de participar en un mundial. Estos son parte de los argumentos que se esgrimen contra la gestión de Farías, sin embargo, durante su estadía, Venezuela logró el puesto más alto en su historia en el ranking Fifa. En el año 2013 se ubicó en la casilla 36.

Relaciones peligrosas

No obstante sus logros, la trayectoria de Farías al frente de la selección estuvo marcada por diferentes escándalos. En primer lugar, la relación del técnico con el presidente de la Federación Venezolana de Fútbol, Rafael Esquivel, sumado también a la cercanía con gobierno del presidente Hugo Chávez.

En julio de 2011, inmediatamente después que finalizara la Copa América, César Farías fue recibido por el presidente Chávez y el entonces ministro del Deporte, Héctor Rodríguez, en el Palacio Presidencial de Miraflores. Durante ese encuentro, Farías le comentaría al Presidente su preocupación por las próximas elecciones internas de la FVF: “el presidente (Chávez) nos prometió que se iba a hacer una concesión, en la cual las elecciones iban a ser tras la eliminatoria y, si se clasificaba al Mundial, después del Mundial. (…)Hacer unas elecciones ahorita, que es un hecho que se van a hacer, puede traer muchos inconvenientes con los miembros de la Federación. En vez de estar con la cabeza en que podemos clasificar al Mundial, están pendientes de que tienen que hacer campaña para reelegirse y sumado a eso corremos otro peligro que es que se rompa este proceso con Rafael Esquivel”

Si bien el gobierno de Chávez no incidió directamente en la gestión de Farías, una cosa sí es cierta. Un año después de esa reunión, el Gobierno destinó 138 millones 696 mil 365 bolívares únicamente al área deportiva.

Sin embargo, la relación del chavismo con Farías no siempre fue buena. A inicios de septiembre de 2013, el diputado a la Asamblea Nacional y jefe de la fracción del Psuv, Pedro Carreño, acusó a Farías y Esquivel de lucrarse a partir de “negocios personales” con la federación. El 11 de septiembre de 2013, en la rueda de prensa, luego del último partido de la vinotinto en las eliminatorias, Farías se defendió públicamente. “A mí usted no me asusta. A la gente yo no tengo nada que reclamarle. Pero a usted y al que esté detrás de usted, aquí estoy. Recuerden algo a los que están detrás. El día que ya no esté en mi cargo en la federación me juzgue la historia pero fuera de la federación puedo decir lo que crea”, sentenció.

Técnico de inversiones

Luego de renunciar a la selección el 30 de noviembre de 2013, Farías pasó a dirigir por primera vez en el extranjero con el equipo mexicano Xolos de Tijuana. Es aquí cuando las carreras del entrenador y Juan Arango vuelven a encontrarse. En junio de 2014, Arango debutaba con el club mexicano. Ya en agosto, Farías era despedido por diferencias internas.

Pero el fin en el país azteca no alejó la relación entre el técnico y el jugador. En noviembre de 2014 Farías anunció sus próximos planes de vida. En una conversación con el periodista de Directv Sports, Walter Reinaldo Roque, dijo que iba a ofertar para comprar dos clubes de la liga venezolana y que pensaba, además, sustituir a Rafael Esquivel en la presidencia de la FVF. “Dicen que estoy interesado en invertir en un equipo del fútbol venezolano y eso es muy cierto.(…)Ya hemos hecho la evaluación y voy a ofertar para comprar dos equipos de la Primera División”.

 Según reportaje de Contrapunto.com el costo de un equipo de fútbol en Venezuela, competitivo en sus tres categorías: buenos sueldos, viajando como debe ser y con jugadores extranjeros, puede ascender hasta los 3 millones de dólares por temporada. Al cambio oficial, (6,30 BsF) esto puede significar alrededor de 18,9 millones de bolívares. De cualquier modo, para diciembre de 2014, Farías asumía la presidencia y adquiría el 60% de las acciones del Zulia FC, compartiendo la propiedad del equipo con la gobernación de la misma entidad. En enero de 2015, Arango se convertía en nuevo socio del club.