Ivad

El Instituto Venezolano de Análisis de Datos (Ivad) es, junto a Datanálisis y Consultores 21, una de las firmas de sondeos de opinión y percepción política con más trayectoria en el país. Su fecha de fundación, 1985, vino un año después que Consultores y coincide con la compañía de Luis Vicente León. Sin embargo, otro aspecto que destaca de Ivad es que es una empresa familiar.

Fue fundado en 1985 por Félix Seijas Zerpa y desde entonces la administración de la firma estuvo entre él y su hijo, Félix Seijas Rodríguez. Éste último mantiene un currículum muy parecido al de su padre. Ambos son egresados de la Universidad Central de Venezuela, licenciados en Ciencias Estadísticas, son especializados en muestreo, han sido profesores de la misma casa de estudio y los dos fundaron su propia encuestadora.

Seijas Zerpa nació en 1939, según se cuenta en su propio currículum fue asesor estadístico en varias campañas electorales durante los años 60, tanto nacionales como internacionales. De hecho, en 1975, diez años antes de fundar Ivad, fue designado por el presidente Carlos Andrés Pérez, director de Estadísticas y Censos Económicos del Ministerio de Fomento. Antes de eso trabajó en el Instituto Nacional de Estadísticas –cuando era conocido como Oficina Central de Estadísticas e Informática (Ocei)- y publicó hasta tres libros editados por el Banco Central de Venezuela.

De los dos, sin embargo, Félix Seijas hijo es el más mediático. Convirtiéndose en la cara visible de la familia y apareciendo, lo mismo que sus colegas Luis Vicente León y Oscar Schemel, como articulista frecuente en distintos medios digitales. Seijas Rodríguez trabajó también en Ocei, entró a Ivad a partir de 1994 y, a pesar de que nunca se ha separado del todo de la empresa –todavía continúa como asesor- hasta el 2005 se mantuvo formalmente como gerente general de la encuestadora. Ese año funda el Instituto Delphos dedicado también a los estudios de mercadeo, a diferencia de Ivad cuyo principal enfoque es el sondeo en materia política.

Según un estudio realizado por los economistas Alfredo Guerra y Daniel Poveda, que evalúa el desempeño de las siete encuestadoras más importantes del país desde las presidenciales de 2006 hasta las primarias de 2012, Ivad es una de las peores calificadas. Entre Consultores 21, Varianzas, Datanálisis, Gis XXI, Hinterlaces y Keller y Asociados, Ivad sólo se sitúa por encima de esta última como la penúltima firma menos confiable.

De acuerdo con el estudio, entre los seis procesos electorales evaluados todas las firmas han errado al menos una vez en sus sondeos. La encuestadora de Seijas Zerpa en nueves elecciones, desde 2006 hasta las municipales de diciembre de 2013, ha equivocado el resultado tres veces; tres veces los ha acertado; y los otros tres, aunque haya estimado correctamente al ganador, ha sobreestimado la diferencia entre ambos candidatos.

Al aplicarle el encuestómetro de la Asociación civil Liderazgo y Visión, herramienta que busca medir la confiabilidad de las firmas de sondeos de opinión en base a la claridad con que publican su métodos y especifican su ficha técnica, Ivad obtiene una calificación de 10 puntos. Sólo está por encima de Gis XXI, que resulta aplazada con ocho puntos.

Trayectoria electoral

Según un artículo en la revista VenEconomía, para las elecciones presidenciales de 2006 Ivad, entre otras encuestadoras, no hicieron públicos sus sondeos, sin embargo para octubre de ese año –dos meses antes de las elecciones- 72% de los venezolanos aprobaban la gestión del presidente Hugo Chávez. De acuerdo con los resultados del Consejo Nacional Electoral, el Mandatario ganó esos comicios con 62,85% de los votos, frente a 36,9% de la oposición. http://www.veneconomia.com/site/files/articulos/artEsp4200_2889.pdf

En el Referéndum Constitucional de 2007 la historia fue otra. La encuestadora estimó que se repitiría la misma tendencia. El “Sí” ganaría con 60,2% de apoyo y el “No”, en cambio, sólo alcanzaría 39,8%. El CNE, sin embargo, anunció ese día que el “No” ganó aquellos comicios con 51% de los votos. Hasta el día de hoy, sin embargo, esta sigue siendo la única victoria electoral de la oposición en 18 años.

Para las elecciones regionales de 2008, Ivad erró por segunda vez consecutiva en una de sus estimaciones. Henrique Capriles, entonces alcalde del municipio Baruta, del estado Miranda, ganó la gobernación del estado con 53,11% de los votos contra el número dos del chavismo, Diosdado Cabello. La firma, en cambio, había predicho un triunfo de Cabello de 41,4%.

En la Enmienda Constitucional de 2009, la encuestadora sí acertó el resultado. Fue una de las pocas firmas cuyos sondeos, que estimaba un triunfo del “Sí” con 52,8% se acercó a los resultados posteriormente expuestos por el Consejo Nacional Electoral: 54,85% para el “Sí”, ante 45,14% del “No”.

En las parlamentarias de 2010, uno de los escenarios del Instituto Venezolano de Investigación de Datos era una mayoría opositora de 56% en el estado Miranda, a través del voto lista. Ese sondeo en particular sí se acercó al resultado oficial para esa región.

En las presidenciales de 2012, una encuesta de Ivad de septiembre calculaba que la diferencia entre el presidente Chávez (50,3%) y Henrique Capriles (32,4%) era 18,1%. En esa oportunidad, la encuestadora de Seijas padre no erró el resultado pero sí sobreestimó, por más de siete puntos porcentuales, la brecha entre ambos candidatos. Los resultados oficiales de esos comicios mostraron, en cambio, una  distancia de 11%.

Dos meses después hubo después elecciones regionales. En esa oportunidad un estudio de noviembre de Ivad daba por ganador a Pablo Pérez en el Zulia con 51,9% de los votos frente al candidato del Psuv, Francisco Arias Cárdenas. Los resultados de esos comicios fueron radicalmente inversos. El chavismo obtuvo las gobernaciones de 20 estados del país, entre ellos el Zulia, donde ganó Arias Cárdenas con 52,22% de apoyo.

Para las presidenciales de 2013, convocadas luego de la muerte de Hugo Chávez, el escenario presentado por Ivad era parecido. Los números de la encuesta, entonces, afirmaban que la brecha entre el candidato escogido por Chávez en su última locución pública, Nicolás Maduro, y Henrique Capriles oscilaba los 18,6 puntos de ventaja en favor del chavismo. Esa noche el resultado reveló que Maduro había ganado con 50,62%, frente a 49,12% de Capriles Radonski. Las cifras ofrecidas por el CNE mostraban una brecha mínima de 1,49%.

Para octubre de 2013, una encuesta de Ivad estimaba, de cara a las elecciones municipales, que 48,3% de los venezolanos votaría por los candidatos del Psuv y 27,7% afirmó que haría lo mismo por la oposición. A nivel nacional, en cantidad de votos, el Partido Socialista Unido de Venezuela alcanzó 43,78%, mientras que la Mesa de la Unidad Democrática logró 38,86%. La diferencia era menos de 600 mil votos.

Proyecciones

En el 2015 se avecina otro desafío electoral. Toca realizar elecciones parlamentarias y el Instituto Venezolano de Investigación de Datos registra un escenario parecido que Datanálisis, donde la oposición se presenta como favorita para ganar la Asamblea Nacional. La última encuesta de la firma de Seijas padre, realizada entre el 8 y el 16 de agosto, al igual que ninguna otra encuestadora, ésta no revela la identidad de su cliente. Sin embargo, muestra números muy favorables a la oposición venezolana.

69,4% manifiesta que no existe una guerra económica, mencionada repetidamente en el discurso oficialista, y sólo 23,9% considera que sí existe y afecta negativamente al país. 39,6% asegura que el actual gobierno es “Totalmente corrupto”, y sólo 8,3% lo evalúa como “honesto”. En esencia, 47,1% califica de “pésima” la gestión del presidente Maduro y 64,9% no tiene ninguna confianza en su capacidad para resolver los problemas del país.

En intención de voto, la oposición aventaja en casi en 38,6% al chavismo (57,9% de la MUD ante 19,3% del Psuv y 22,8% no sabe o no responde).

De hecho, en promedio, el gobierno de Nicolás Maduro no supera el 25% de apoyo en ninguno de los ítems cuestionados y ha pasado a ser la tercera fuerza electoral del país, según el sondeo. La encuesta revela un complicado escenario para el mes de diciembre, sin embargo, en Venezuela, los números no siempre son correctos.