Winston Vallenilla

A Winston Vallenilla lo describen dos gritos: “¡Familia!” y “¡Yo soy Chávez y pongo rodilla en tierra!”; la primera atribuida a su labor de animador de televisión y la segunda a su enfilamiento en el Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv).

El ex participante al Míster Venezuela ha dedicado su vida al mundo de la televisión y el espectáculo. Fue animador en el extinto canal Radio Caracas Televisión (Rctv), en Venevisión y también moderó un programa de mascotas en Televen. Durante sus años en el entretenimiento se cuidó de no caer en diatribas políticas y de no evidenciar su afinidad con el modelo político encabezado por el ex presidente Hugo Chávez. Así sucedió en una entrevista con el periodista Jaime Bayly, en la que desvió su respuesta cuando el entrevistado le preguntó si era chavista.

En enero de 2013, durante  un acto público organizado por el partido de gobierno, develó su apoyo a Chávez gritando en tarima que él y todos los allí presentes eran Chávez, y que el mandatario era “el corazón del pueblo”. En ese mismo espectáculo lo acompañó la ex Miss Mundo Ivian Sarcos.

“Siempre he apoyado al presidente Chávez porque comparto las grandes banderas de la Revolución Bolivariana por la inclusión y la igualdad. Creo que se está haciendo realidad en Venezuela eso que nuestro Libertador Simón Bolívar decía: ‘El ejercicio de la justicia es el ejercicio de la libertad’”, comentó después en una entrevista al diario Ciudad CCS.

Los periodistas del impreso le preguntaron por qué decidió revelar su tendencia política en ese momento y no en años anteriores. Vallenilla respondió: “La coyuntura que vivimos, compleja y difícil, me obliga a dar la cara y decir lo que pienso y siento. Una minoría que se maneja con odio en las redes sociales no me provoca nada, tampoco a mi familia y amigos. Soy chavista de corazón, desde siempre, pero siento que el momento histórico nos obliga a comprometernos más, a ser más responsables y asumir los desafíos que se nos presentan con mucha seriedad, por el bien de la patria, de la unión entre los venezolanos y de las grandes conquistas que tiene la Revolución Bolivariana”.

Desde aquella presentación pública, Winston Teofilactes Vallenilla Hazell ocupó un fiel puesto militante en el Psuv, y participó en las elecciones municipales del 8 de diciembre 2013 por la Alcaldía del municipio Baruta, del estado Miranda, bajo las promesas de la tolda. Sin embargo, no fue electo. Los resultados quedaron de este modo: Gerardo Blyde, representante de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), obtuvo 112.249 votos, representando 79,81% del total de los sufragios, mientras que Winston Vallenilla, el abanderado oficialista, quedó en segundo lugar con 270.25 votos y el 19,21% del respaldo de los baruteños.

Otro compañero del espectáculo que participó como candidato municipal, aspirante a la Alcaldía del municipio Sucre (Miranda), fue el pelotero y cantante Antonio “Potro” Álvarez, quien tampoco ganó la elección.

A la sombra de RCTV

Televisora Venezolana Social (Tves) ocupa la señal que hasta 2007 utilizaba Radio Caracas Televisión, canal que apagó su pantalla luego que se le negara la concesión para seguir transmitiendo a través de la señal del canal  2. “No habrá nueva concesión para ese canal golpista que se llamó Radio Caracas Televisión”, fueron las palabras del presidente Hugo Chávez el 28 de diciembre de 2006. Un año después, el 27 de mayo de 2007, el canal se despidió de sus espectadores cantando el Himno Nacional entonado, entre otros trabajadores, por Winston Vallenilla.

“No podemos permitir que se cercene la libertad de expresión. No podemos permitir que se cierren los medios de comunicación. Estoy aquí en nombre de la industria de la televisión, de Rctv (…) Dentro de todo uno se siente un poco triste, por toda la situación que estamos viviendo, por los malos gobiernos anteriores y el mal gobierno que estamos viviendo ahora…”, fueron las palabras pronunciadas por Vallenilla a días de la suspensión de la señal.

Siete años después de estas declaraciones, el presidente Nicolás Maduro designó a Vallenilla como presidente de Tves, al mismo tiempo que nombró al también actor Roberto Messuti como vicepresidente del canal. El mandatario instruyó a la nueva directiva a trabajar en pro de una “transformación del modelo televisivo”. Hasta esa fecha William Castillo era quien llevaba las riendas de Tves.

Luego de la designación, varios ex trabajadores de Radio Caracas Televisión se mostraron sorprendidos ante la idea de que Vallenilla, venido de Rctv, ahora dirigiera el canal que ocupa su antigua señal. La animadora Érika De La Vega escribió en su cuenta de Twitter: “Epa Winston, qué tal si contratas a los miles de trabajadores de Rctv que se quedaron sin empleo al cierre del canal”.

El animador señaló en una entrevista radial que su propósito al frente de Tves era producir novelas, magazines y programas de comedia. “El objetivo es convertirlo en un canal competitivo como los canales que tenemos en nuestro país, como Venevisión o Televen”, refirió al tiempo que invitó a actores y productores desempleados a unirse al equipo del canal: “Sin ningún tipo de tendencia política, quiero convertir a Tves en un canal de entretenimiento para toda la familia en general, con un mensaje de alegría, de entretenimiento e información”.

Desde entonces, Vallenilla y Messuti planificaron una renovación de la parrilla de contenidos presentados a través de la pantalla de Tves, para incorporar programas de producción nacional como el caso del magazine “Tves en la mañana”, dirigido por la esposa de Vallenilla, Marlene De Andrade, junto a otros animadores.

Descontento en los televidentes

El 24 de octubre de 2014 un grupo de ciudadanos entregaron un documento al Ministerio de Comunicación e Información firmado por 200 personas, entre ellos unos 90 representantes de colectivos y organizaciones sociales, que exigían al ministerio una evaluación de los contenidos presentados a través de la pantalla de Tves.

“Tves en la mañana es un ejemplo de la televisión ideada para naturalizar prejuicios, y reproducir bases ideológicas que mantienen vivos dentro de la Revolución el colonialismo, el consumismo, el racismo, el patriarcado, y demás expresiones imperialistas, claramente expresadas en contenidos directos e indirectos, en los chistes, en el uso sexista del cuerpo de las mujeres, entre otros”, expresa la comunicación presentada por el grupo “La Araña” de mujeres feministas y socialistas.

También rechazaron que el canal haya propuesto un programa de belleza titulado “Señorita Venezuela”, por consirderar que “imponen patrones de belleza y se convierten en mercancía los cuerpos». Su denuncia también expone: «¿Por qué reproducir esta práctica perversa en un canal del Estado?, sobre todo en nuestro país donde estos cánones de belleza impuestos y mercantilizados han costado la vida de tantas venezolanas y venezolanos y debería ser una prioridad de la televisión pública venezolana erradicar de sus pantallas estos modelos hegemónicos de belleza insanos”.