Wilmer Barrientos

Ese jueves 27 de marzo de 2014 hizo varias inspecciones: en la mañana visitó las compañías estatales Ferrominera y Alcasa, en Bolívar, y en la tarde recorrió la construcción retrasada de una Planta de Pulpa y Papel (Pulpaca), ubicada en Anzoátegui. Wilmer Barrientos, quien se desempeñaba como ministro de Industrias desde enero, fiscalizó y promovió mesas de trabajo para discutir los niveles de producción. Su gestión, sin embargo, no pudo avanzar más allá de las conversaciones: después de revisar Pulpaca, a las 3 de la tarde, el presidente Nicolás Maduro anunció su destitución a través de Twitter. José David Cabello –superintendente del Seniat y hermano del presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello- asumió la cartera. “Debemos evitar la ‘reunionitis’ y pasar a la activación de toda la capacidad productiva del país con máxima eficiencia y resultados concretos”, publicó el mandatario nacional en la red social.

Debemos evitar la"reunionitis"y pasar a la activación de toda la capacidad productiva del país con máxima eficiencia y resultados concretos.

— Nicolás Maduro (@NicolasMaduro) 27 de marzo de 2014

La breve experiencia de Barrientos en la cartera de Industrias estuvo precedida de sus seis meses al frente del Ministerio del Despacho de la Presidencia y Seguimiento de la Gestión de Gobierno. Este mayor general, de esta manera, ha ocupado altos cargos en la función pública desde la llegada del ex presidente Hugo Chávez al poder. Barrientos, de hecho, acompañó al ex mandatario en el intento de golpe de Estado contra el ex presidente Carlos Andrés Pérez en 1992. Pertenece a la promoción “León de Febres Cordero” de 1983, de la que también egresaron otros militares que también han ostentado altos cargos como Clíver Alcalá, Carlos Alcalá, Celso Canelones y Hebert García Plaza.

"Es excelente en su trabajo, muy dado a los estudios, por su comportamiento, disciplina y subordinación (…) Es un hombre tranquilo que suele ser parco en su trato", declaró su compañero de estudios militares, el general Antonio Rivero, para un perfil publicado por el diario El Mundo Economía y Negocios.

Rivero, dirigente del partido Voluntad Popular, no es el único líder de la oposición venezolana que ha manifestado estima hacia Barrientos. El antiguo representante de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), Ramón Guillermo Aveledo, y la presidenta de la ONG Control Ciudadano, Rocío San Miguel, destacaron como positiva su declaración sobre la posición de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (Fanb) en la política. “El Ejército se apega al artículo 328 de la Constitución, que coloca a la institución al servicio del pueblo y no de parcialidad alguna”, afirmó en televisión nacional.

Militares retirados, por otra parte, rechazaron en 2013 que Barrientos calificara de “esbirros” a los miembros de las Fuerzas Armadas del pasado (antes del gobierno chavista). Denunciaron esta afirmación, a través de un comunicado, como “politiquera, mezquina y denigrante”.

Hombre de confianza de Chávez

Sus roles durante la administración chavista lo posicionaron ante la opinión pública como un hombre de confianza del presidente. Fue jefe de la Casa Militar entre 2002 y 2003, periodo en que se desarrollaron múltiples protestas en contra del gobierno de Chávez que devinieron en un intento de golpe de Estado. También fue gerente de Prevención y Control de Pérdidas de Petróleos de Venezuela (Pdvsa) y director general de Inteligencia de la Milicia Bolivariana. En 2010, además, asumió la rectoría de la Universidad Experimental Politécnica de la Fuerza Armada (Unefa). En ese cargo, invitó a las universidades a abrir diálogos con las comunidades, como por ejemplo, con los consejos comunales.

El 6 de septiembre de 2011 tuvo otro nombramiento clave en la administración militar: fue designado contralor de la Fanb. Al año siguiente, en julio, asumió como comandante del Comando Estratégico Operacional, ente encargado de “planificar, programar, dirigir y controlar las operaciones específicas y combinadas de la Fanb”, según su página web. De cara a las elecciones presidenciales del 7 de octubre de 2012 y del 14 de abril de 2013, quedó a cargo del Plan República, operación militar destinada a brindar apoyo al Consejo Nacional Electoral en materia de seguridad para los miembros del CNE y los electores durante los comicios, así como también, custodiar el material electoral.

Tras los comicios de 2013, en los que el candidato opositor Henrique Capriles Radonski desconoció los resultados favorables al partido de gobierno y solicitó una auditoría, la ONG Control Ciudadano responsabilizó a Barrientos por la pérdida de cajas con votos emitidos en distintas partes del país.

Cuando el Gobierno nacional anunció la muerte de Chávez, en marzo de 2014, Barrientos, entonces jefe del Ceofanb, aseguró que el país estaba en “plena calma”. Agregó: “No podemos decir en total normalidad porque llevamos un profundo dolor, porque Venezuela ha perdido uno de los hombres más grandes que ha parido esta tierra”.