Rodolfo Marco Torres

Se desconocen sus credenciales en el campo económico, pero Rodolfo Marco Torres ha sido uno de los militares al frente de las finanzas del país: fue designado el 2 de septiembre de 2014 a cargo de la Vicepresidencia del Área de Economía y Finanzas, encargada de coordinar las carteras de Energía y Petróleo, Finanzas, Comercio, Industrias, Turismo y Transporte Acuático y Aéreo. Asumió esta posición en el contexto de la denominada “guerra económica” –nombre usado por el Gobierno nacional para referirse a la situación de escasez, alta inflación y fallas productivas- y del llamado “sacudón” –cambios en la estructura de gobierno promovidos por el presidente Nicolás Maduro en aras de combatir la burocracia, ineficiencia y corrupción-.

“A Rodolfo Marco Torres, a quien he ratificado como ministro de Economía y Finanzas, le entrego la batuta y el liderazgo del equipo económico (…) Agradezco a Ramírez por el esfuerzo”, dijo Maduro en cadena nacional.

Marco Torres sustituyó a Rafael Ramírez, antiguo vicepresidente para el Área Económica, en el marco de compromisos ya anunciados por el Gobierno nacional de cara a la crisis, como por ejemplo, la modificación del sistema cambiario y el aumento del precio de la gasolina. Ostentó la titularidad del Ministerio de Economía, Finanzas y Banca Pública desde enero de 2014 cuando se fusionaron las carteras de Finanzas y Banca Pública, esta última bajo su dirección desde 2011. También presidió tres bancos del Estado: Banco de Venezuela, Banco Bicentenario y Banco del Tesoro.

En cuanto a su formación, sólo se conocen –al menos públicamente- sus estudios militares. Este teniente coronel egresó de la Academia Militar Venezolana en la promoción «General de Brigada Manuel Manrique» de 1988 y se incluye entre quienes acompañaron al ex presidente Hugo Chávez en el intento de golpe de Estado contra Carlos Andrés Pérez el 4 de febrero de 1992. Como ellos, Marco Torres también fue encarcelado temporalmente junto a los cabecillas del movimiento.

El zar de las finanzas

Con la llegada de Chávez al poder, ocupó cargos directivos y gerenciales en materia de financiera desde 2001: en mayo de ese año fue designado por Diosdado Cabello, vicepresidente del partido de gobierno y número dos del chavismo, como coordinador general de las residencias presidenciales. Entre 2002 y 2003 asumió la dirección administrativa y financiera del Ministerio del Despacho de la Presidencia. Durante este último cargo, Marco Torres desarrolló, según un artículo publicado por Rodolfo Rico, una relación estrecha con Carmen Meléndez de Maniglia, entonces directora de la Oficina Nacional de Presupuesto (Onapre).

En agosto de 2003 el entonces tesorero, Tobías Nóbrega, le dio la bienvenida a la Tesorería Nacional como el segundo al mando –subtesorero- del ente financiero. Ello seguido de otros cargos de dirección económica: se desempeñó como director suplente del Banco Industrial de Venezuela, del Banco Nacional de Vivienda y Hábitat, y del Fondo Intergubernamnetal para la Descentralización (Fides).

Su poder en las entidades públicas financieras, de esta manera, fue en ascenso continuo. En 2005 fue puesto al frente del Banco del Tesoro de Venezuela (BTV), creado por Chávez como depositaria de los ingresos del Tesoro Nacional, provenientes de impuestos, renta petrolera y emisiones de deuda. Esta medida fue inicialmente cuestionada por el Banco Central de Venezuela (BCV) ante el riesgo de que sus funciones se solapasen con el nuevo ente financiero.

Su trayectoria en la función pública también incluye los cargos de presidente de la Corporación de Abastecimientos y Servicios Agrícolas (2008) y de la Tesorería Nacional (2011) con antecesores –Alejandro Andrade, Carmen Meléndez y Jesús Bermúdez- con señalamientos de irregularidades durante sus gestiones en el ente financiero. Marco Torres emprendió su labor de tesorero en paralelo a su posición como presidente del Banco del Tesoro y de secretario ejecutivo del Fondo de Desarrollo Nacional (Fonden), cargo que ocupaba desde diciembre de 2010.

Su gestión no está exenta de críticas. Los diputados del partido Copei, Homero Ruiz, Abelardo Díaz y Luis Barragán solicitaron en octubre de 2013 una averiguación en contra de varios funcionarios, entre ellos Marco Torres, por utilización de recursos públicos para proselitismo político. «Hoy hemos decidido acudir ante la ciudadana Fiscal General de la República con la finalidad de solicitar se dé inicio a un investigación contra varios funcionarios públicos que en estos momentos, de manera flagrante están haciendo uso de los bienes del Estado venezolano con fines netamente electorales, específicamente Diosdado Cabello presidente de la Asamblea Nacional, Rodolfo Marco Torres presidente del Banco del Tesoro y Banco de Venezuela, y Ricardo Molina Ministro de Vivienda y Hábitat (…) hemos consignado pruebas irrefutables», declaró Ruiz.

Reportes de irregularidades en instituciones públicas también cuestionan, aunque indirectamente, la gestión de Marco Torres. Una investigación publicada por la agencia Reuters demostró problemas de transparencia y control vinculados a su trabajo: en 2011, año en que el Fonden estaba bajo su dirección, el fondo ejecutó 50% del presupuesto del proyecto Empresa de Producción Social Servicios de Laminación de Aluminio (Serlaca), que para el año siguiente apenas registró un avance de 26%.

El timón de la crisis

Durante el gobierno de Maduro, Marco Torres ha mantenido su multiplicidad de funciones en la administración pública: en enero de 2014 fue nombrado parte del directorio del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF) y representante ante el Consejo Ministerial del Fondo de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (Opep) para el Desarrollo Internacional. Al mismo tiempo, asumió como gobernador principal por Venezuela ante el Banco Mundial y ante el Banco Interamericano de Desarrollo. Cinco meses después, además, se convirtió en el primer militar en el directorio del BCV. Ese mismo día desplazó en el directorio de Pdvsa, así como en el BCV, al ex ministro de Finanzas Jorge Giordani, rechazado por Maduro por sus críticas –efectuadas tras su salida del tren ministerial- hacia la gestión económica del país tras la muerte de Chávez. Ejerció este cargo hasta mayo de 2018, cuando se dio a conocer por Gaceta Oficial 41.389 que ya no formaría parte de esta estructura.

Su ascenso en el Ejecutivo estaría vinculado, según la presidenta de la ONG Control Ciudadano, Rocío San Miguel, con sus nexos con el presidente de la Asamblea Nacional. “Cuando se hace un análisis de los militares en el poder, sus antecedentes y vínculos se evidencia que Diosdado Cabello adquiere vigor en el área de finanzas”, dijo en entrevista con el diario El Nacional.

En septiembre de 2014 Marco Torres anunció que las primeras reuniones de la Vicepresidencia de Economía y Finanzas tenían como objetivo revisar la ejecución presupuestaria de la nación para evaluar el desarrollo de los sectores productivos del país. Marco Torres asumía entonces las riendas –y la vocería internacional- de una economía petrolera en crisis.

El 10 de febrero de 2015, él y el presidente del Banco Central de Venezuela (BCV), Nelson Merentes, fueron los encargados de dar a conocer los detalles del nuevo sistema cambiario, compuesto por tres tipos de cambio distintos.  Al mes siguiente, el 10 de marzo, fue elegido presidente del directorio de accionistas de la Corporación Andina de Fomento (CAF) para el periodo 2015-2016.

El 2 de septiembre sumó otro alto cargo económico: fue designado director del Fondo Negro Primero, adscrito al Despacho de la Presidencia y Seguimiento de la Gestión de Gobierno, vinculado con la Misión Negro Primero y a las necesidades sociales de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana.

El 28 de abril de 2016, Marco Torres encontró con un obstáculo para su próspera carrera en la Asamblea Nacional. Luego de una ardua discusión, en la cual el diputado Carlos Berrizbeitia llegó a mostrar documentos que vinculaban a Torres con la negociación de contratos entre el Ministerio de Alimentación y varias empresas «de maletín», el Parlamento decidió darle un voto de censura a su gestión. La medida implica su destitución y su prohibición para ocupar parte en el Gabinete Ejecutivo durante el actual período de gobierno.

De esta manera, Marco Torres se convirtió en el primer ministro en haber recibido un voto de censura por el Parlamento venezolano desde 1996.