Lorenzo Mendoza

Lorenzo Alejandro Mendoza Giménez es el presidente de Empresas Polar, emporio de compañías agroindustriales fundadas por su abuelo, Lorenzo Mendoza Fleury. Se ubica como uno de los hombres más ricos de Venezuela y de Latinoamérica. La marca emblema de la compañía es Cerveza Polar, pero desde la década de los noventa el conglomerado sumó a Mavesa y Pepsi. Casado y con seis hijos, aunque su presencia pública se remite a solo lo empresarial, recibe frecuentes ataques de personeros del Gobierno nacional. Incluso, fue muy mencionado por el difunto presidente Hugo Chávez.
Con el actual mandatario, Nicolás Maduro, se observa un reconocimiento mutuo. Mendoza asistió al inicio de la Conferencia de Paz el 27 de febrero de 2014, donde enfatizó que: “El esfuerzo individual no está reñido con el esfuerzo colectivo”.
La revista Forbes publicó la lista de los hombres más ricos del mundo en el año 2015, dando a conocer su nombre tras ocupar el puesto número 690 de su ranking.
El día 4 de febrero de 2015 fue dada a conocer por Gaceta Extraordinaria 6170 la prohibición de la producción y comercialización de harinas mejoradas o mezcladas a partir de harina de maíz precocida, de maíz blanco o amarillo distribuida por Empresas Polar, del mismo modo, se fijó un precio de 19 bolívares por unidad.
Durante una cadena nacional hecha horas después de la detención a Antonio Ledezma, el primer mandatario comentó: “A este pelucón lo hemos llamado desde el Gobierno reiteradas veces para reunirnos, pero se la pasa buscando justificaciones para hacerle daño al país. Se te acabó el tiempo, pelucón: o te decides a trabajar por el país o te vas”, refiriéndose a Lorenzo Mendoza.
El 14 de octubre de 2015, el presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, presentó al país una conversación telefónica entre Mendoza y el economista residenciado en Estados Unidos, Ricardo Haussmann, en la que presuntamente explican que para salir de la crisis en Venezuela era necesaria la intervención del Fondo Monetario Internacional.

El 27 de octubre de 2018, durante el II Encuentro de Egresados de la Universidad Metropolitana, en Caracas, Mendoza declaró que: “Ahora toca aguantar, resistir y reinventarse porque aquí está nuestro país, afecto, amores, muertes”. Asimismo, dijo que la situación hiperinflacionaria ha llevado a la destrucción “del 50 % de nuestro producto interno bruto, nadie está trabajando 50 % de sus capacidades, todos estamos trabajando 15-20 %”. En consecuencia, “la consigna debe ser qué hacemos para salir de esta situación”, afirmó el empresario.

Perfil

El día que tomó el comando del grupo de las empresas de su familia, Lorenzo Mendoza, no las tenía todas consigo. Su padre, quien murió repentinamente de un infarto, había conquistado posiciones en el mercado hasta convertir la marca Polar en un verdadero genérico en Venezuela. Le pusieron la vara alta, pero no se amilanó. Dio el salto.

No iba a repetir la típica conducta de la tercera generación de un emporio familiar: dilapidar la fortuna, arriesgar en negocios atractivos aunque de dudosa rentabilidad, o liquidar los activos para exportar capitales. Por el contrario, Mendoza lideró en los años 90 una de las operaciones más osadas en el sector de bebidas gaseosas al captar para su grupo a Pepsi Cola. Posteriormente, adquirió todas las marcas del Grupo Mavesa, lo que le permitió afianzar el liderazgo en el sector alimentos e incursionar en otros segmentos de consumo masivo y, mediante una alianza estratégica con productores del campo, se aseguró el suministro de cereales, entre otros maíz blanco, para aumentar la producción de harina precocida en el país.

 

La plataforma de lanzamiento.

 

La apuesta del joven empresario, formado gerencialmente en universidades de primer nivel, despertó el recelo de sus competidores y un insaciable interés de la prensa y los medios de comunicación social. ‘Mendoza quiere comprar un periódico y una planta televisiva, quiere superar a Gustavo Cisneros’, era el comentario que ocasionalmente publicaban los editores de medios especializados en negocios, dentro y fuera de Venezuela. Pero la verdad es que Mendoza nunca tuvo interés en crear una tercera planta televisiva que rompiera el dominio de poder que compartían Venevisión (VV) y Radio Caracas Televisión (RCTV). Esas versiones eran más cónsonas  con las teorías de conspiración que se expanden como un virus al mundo corporativo. Sus competidores le vieron, o más bien le asignaron, una mezcla de curiosidad e interés por la política, por el poder. Un niño rico que quiere un nuevo juguete. Nada que ver. Mendoza no es de los que se siente como pez en el agua hablando con periodistas. Basta que saquen un grabador para que se retraiga como un erizo.

En la década de 1990, el Grupo Polar, siguiendo una tendencia mundial en los negocios, se concentró en sus operaciones estratégicas (bebidas y alimentos), se desprendió de activos no afines –entre otros, su participación de 20% en el Banco Provincial, adquirido por el consorcio español BBVA y comenzó a planear su expansión regional, en un mercado que ofreciera posibilidades de complementariedad qué, lógicamente, era Colombia.

La tentación que ofreció la apertura petrolera, bajo esquemas de asociación, fue una carnada que mordió el Grupo Polar. Se constituyó en socio financiero de uno de los proyectos para la explotación de campos maduros en el Oriente del país. Su papel era aportar el 20% del capital del proyecto, lo que le aseguraba un puesto en la junta directiva que, a su vez, le permitía monitorear la ejecución de los planes de negocios. No tenía ninguna injerencia en las decisiones ejecutivas, aunque suministraba una visión del mercado local, producto de su experiencia como uno de los principales actores del sector privado en la economía venezolana. Pero esta experiencia se fue a pique con la nueva política energética del gobierno del presidente Chávez, que convirtió al petróleo en coto exclusivo del Estado. Aunque actualmente ensaye otra apertura de un calado distinto.

 

Un entorno hostil.

 

Las condiciones estaban listas para pisar con fuerza el acelerador. El país inauguraba una nueva era. Para 1998, eran muchas las  expectativas que recaían en la persona de Hugo Chávez, quien ganó las elecciones de ese año con el 53% de los votos.

La sociedad venezolana estaba harta de la corrupción y de la mediocridad del segundo gobierno de Rafael Caldera. Al frente del timón, en el palacio de Miraflores se encontraba un nuevo y joven actor, sin compromisos con la partidocracia, quien además había intentado tomar el poder por la vía del golpe militar, aduciendo, entre otras cosas, el rechazo a la corrupción y a las prácticas clientelares de los partidos políticos.

Pero ganadas las elecciones, Chávez trabajó sin descanso en la imposición de su proyecto político, que restringía el amplio margen que ofrece la economía de mercado para que los empresarios arriesguen capital, creen industrias y generen empleos. La llave que permite la expansión de las fuerzas productivas –en un modelo de economía abierta– se la reservó para sí fallecido ex presidente. La fricción comenzó a agotar la resistencia del material con que estaba hecha la democracia venezolana. Se produjo el golpe de abril de 2002 y posteriormente el paro petrolero y empresarial en 2003.

Hubo un episodio muy llamativo, a Mendoza lo captaron las cámaras de televisión el 12 de abril en el Palacio de Miraflores, un día después del golpe de Estado. Lo que vio allí, seguramente, le dio mala espina, porque se retiró del lugar antes de que Pedro Carmona convocar a los presentes a firmar el decreto mediante el cual se autoproclamó como presidente de Venezuela. Ese mismo día, Mendoza viajó a Nueva York, para participar, como lo ha hecho en otras ocasiones, en el Maratón de esa ciudad. Aclaró este asunto diciendo que no era la primera vez que iba a Miraflores a solicitud de las autoridades.

 

El diálogo con el gobierno.

 

A raíz del paro petrolero y empresarial, contingentes de la Fuerza Armada se desplegaron en los centros de distribución y almacenamiento de Empresas Polar para garantizar las operaciones logísticas –transporte y distribución–, ante la ausencia total de combustible en el país. El gobierno monitoreaba las operaciones de Polar desde la sala situacional de Miraflores.

El esfuerzo del grupo empresarial pasó inadvertido en medio de la aguda escasez de alimentos, fue como una gota de agua en un océano y la percepción de las bases chavistas es que “fue una de las principales empresas involucradas en el paro”. Incluso, desde Radio Arsenal, emisora del colectivo Alexis Vive, que hace vida en la parroquia 23 de Enero, se retransmite con frecuencia una alocución pública de Chávez en la que se refiere a Mendoza. “Sigue con tu familia, que yo respeto mucho, sigue con tu empresa… no me retes, porque en realidad no es a mí, es a un pueblo y a una Constitución… por ahí dicen que un paro de la Polar puede tumbar a Chávez, a los hecho me remito, yo sigo aquí; un paro de la Polar puede tumbar a Lorenzo Mendoza”.

La era del chavismo ha sido una verdadera pesadilla para los planificadores del grupo. Lo que en principio se visualizó como un modelo de complementariedad, se convirtió en una herramienta eficaz, para centralizar desde Colombia, las exportaciones de harina precocida a Estados Unidos, la Unión Europea, Australia, entre otros mercados, donde ha mitigado los sinsabores de la creciente diáspora de venezolanos en el exterior.

 

El espacio del sector privado

 

Sin querer entrar en honduras, Lorenzo Mendoza ha planteado cuestiones de principios, relacionadas con derechos consagrados en el texto constitucional, uno de ellos es el tema de la propiedad; otro es el papel del sector privado en la economía y una serie de temas más específicos, aunque no menos cruciales, entre otros, el desabastecimiento de alimentos y la creciente inflación.

Voceros del gobierno aseguran que Venezuela se encuentra en una etapa de transición al socialismo, que han caracterizado como ‘el socialismo bolivariano del siglo XXI’. Se han aprobado un conjunto de leyes que limitan la actividad empresarial. Desde cargas impositivas más elevadas, pasando por nuevos controles, hasta providencias, mediante las cuales se decreta lo que el gobierno ha llamado “precios justos” para cada uno de los productos. La pregunta que se hacen los empresarios, los partidos políticos y los formadores de opinión es la siguiente: ¿el gobierno tiene interés en la participación privado? Las dudas surgen cuando se expropian industrias y unidades agropecuarias. Medidas que han afectado varias instalaciones de Polar en varias localidades del país. El horizonte está preñado de nubarrones, pero un punto que pudiera ser tomado enunciado por Mendoza, es el siguiente: “el esfuerzo individual no está reñido con el esfuerzo colectivo. Si el Estado quiere promover alternativas que van más allá de la empresa privada, pero también más allá del Estado, digamos, empresas de producción social, cooperativas, pues traigámoslas a la mesa. Los nuevos elementos que puedan sumar, sin restar en la ecuación, son favorables”, advirtió en una entrevista con Ultimas Noticias. No debería haber dogmas que impidan la creatividad y el emprendimiento de los venezolanos.

El tema de la seguridad alimentaria y la accesibilidad a los alimentos tampoco escapan a la visión del empresario.  “Como principio básico, creo que nuestros hábitos de consumo tienen sus propias realidades, que podemos abastecer, fortaleciendo las relaciones entre Estado, empresas privadas y productores. Los países que han construido esa cadena han salido fortalecidos, pero aquellos que no han trabajado en conjunto, con políticas públicas, han abierto una brecha y terminan siendo dependientes de las importaciones y de los avatares de la globalización”, apuntó en esa misma entrevista. Es una idea que encaja perfectamente en el interés nacional.

Uno de los puntos más cruciales del debate tiene que ver con la sustentabilidad y viabilidad económica de cualquier empresa. En momentos en que el gobierno reivindica los precios justos para cualquier producto, habría que tener en cuenta que una ganancia, en torno al 10%, “es pequeña, enana. Sin embargo, sería indispensable para invertir en mantenimiento y en operaciones industriales”.

A propósito de la convocatoria del diálogo, Mendoza propuso “crear una comisión de la verdad económica”. Iniciativa que fue avalada por el gobierno.  “Necesitamos hacer una reflexión profunda de lo que está pasando en el campo económico”, dijo el empresario, entre otras cosas, “porque hay muchas contradicciones”. Solicitó un diálogo fluido y sincero, pero quizás lo más llamativo es la advertencia que hizo en el propio palacio de Miraflores. “En términos porcentuales, el 95% de las intervenciones se lo llevó el tema político, mientras el otro 5% correspondió a intervenciones de orden económico”. Un desaguisado en un país que enfrenta la inflación más alta del planeta y un índice de escasez que llega al 28%, según indicadores del Banco Central de Venezuela.

A pesar de que las relaciones entre Empresas Polar y el gobierno del presidente Nicolás Maduro han tomado una naturaleza “cordial” en los últimos meses, luego del anuncio hecho por Nicolás Maduro sobre la aplicación de un sistema biométrico para “garantizar” la compra de alimentos en todo el territorio nacional, Mendoza con tono firme, y frente a las cámaras de los medios de comunicación social, señaló que “No puedo estar de acuerdo con una medida que castiga a 28 millones de venezolanos por el contrabando que realizan unos pocos”.

Ese mismo día anunció que Empresas Polar aumentará la producción de harina de maíz a 605 millones de kilos al año “siempre y cuando haya materia prima” y el gobierno cumpla con su parte. “Hace 14 meses anunciamos los riesgos en la producción y planteamos que la solución era que nos vendieran las plantas de producción del Estado o ampliamos la nuestra, y esto fue lo que hicimos, porque hasta la fecha no hemos recibido respuesta”, señaló. 

El 14 de octubre de 2015, Mendoza fue acusado por el presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, de "conspirar contra su propia patria" a través del Fondo Monetario Internacional. La acusación de Cabello tiene su origen en un audio, difundido en su programa Con el mazo dando, en la que se escucha una conversación entre Mendoza y el economista residenciado en Estados Unidos, Ricardo Haussmann, para planificar presuntas ayudas monetarias por parte de organizaciones extranjeras y que podrían alcanzar los 50 mil millones de dólares.

Un estudio de la encuestadora privada Datincorp -la única que acertó los resultados de las elecciones parlamentarias del 6 de diciembre, en la que la oposición conquistó la mayoría calificada de dos tercios de la Asamblea Nacional-, realizado en febrero de 2016, considera a Lorenzo Mendoza como uno de los posibles líderes de la oposición venezolana. Según la firma, el líder Leopoldo López es el personaje con mejor percepción por la oposición venezolana (18% de apoyo), seguido por Mendoza (10%), quien aventaja a los gobernadores Henri Falcón, Henrique Capriles y al presidente de la Asamblea Nacional, Henry Ramos Allup, todos con 9%,7% y 6% respectivamente. 

Datos Básicos

Nombres
Lorenzo Alejandro
Apellido 1
Mendoza
Apellido 2
Giménez
Nombre corto
Lorenzo Mendoza
Fecha de nacimiento
05-10-1965
País de Residencia
Venezuela
Sector
Agroindustrial

Familia 3

Es: Nieto / Nieta de Lorenzo Mendoza Fleury
Es: Hijo / Hija de Tita Mendoza
Es: Hijo / Hija de Lorenzo Mendoza Quintero

Conyugue o pareja 1

Es: Casado con María Alexandra de Mendoza Es Presente

Amigos 1

De: Carlos Ocariz por Trabajo Es Presente

Cercanos 2

De: Pablo Baraybar por Trabajo Empresas Polar Es Presente
De: Gustavo Cisneros por Trabajo Empresas Polar Es Presente

Estudios 1

Título Ingeniero industrial en Universidad de Fordham Es Pasado

Cargos en Empresas 1

Presidente en Empresas Polar desde 1992 Es Presente

Participacion en Empresas 2

Accionista en Inelectra-Arco-Polar UNO desde 1997 Es Pasado
Socio en Leche Pascual Es Presente

Conexión Genérica 1

en Padres con poder Es Presente

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