José Vicente Rangel

Periodista y político venezolano. En los años de la insurgencia armada de la izquierda venezolana actuó como defensor de Derechos Humanos y denunció las violaciones de derechos constitucionales. Su participación en el gobierno del ex presidente Chávez fue decisiva para que éste pudiera llevar adelante su proyecto político y atravesar, con éxito, el fallido golpe de Estado de abril de 2002. Conserva su influencia en el gobierno de Nicolás Maduro. Actualmente es columnista de diversos medios impresos, entre ellos Últimas Noticias y Panorama. También tiene un programa de televisión en Televen, José Vicente Hoy.

Perfil

La vida de José Vicente Rangel tiene un antes y un después alrededor de 1998, año en que Hugo Chávez se convierte en presidente electo y conduce, desde Miraflores la llamada revolución bolivariana.

Desde muy joven, Rangel incursionó en la política como integrante de Unión Republicana Democrática, que lideraba Jóvito Villalba. Se opuso al golpe militar que defenestró al presidente Gallegos, en 1948, y después de ser encarcelado partió al exilio, primero en Chile y luego en España. En Chile conoció a su esposa, Ana Avalos y en España se graduó de abogado.

Tras el derrocamiento del dictador Marcos Pérez Jiménez, José Vicente Rangel regresó a Venezuela y fue electo diputado al extinto Congreso Nacional por el partido URD. Mantuvo su condición de diputado durante cinco legislaturas, en una segunda etapa como representante de las organizaciones de la izquierda venezolana. Durante esos años, ejerció el periodismo como columnista y director de varios periódicos, que fueron allanados y perseguidos por el gobierno de Rómulo Betancourt, a quien Rangel adversó como periodista y dirigente político. En el plano personal se profesaban un recelo mutuo. Eran como el agua y el aceite.

URD fue un aliado incómodo del llamado Pacto de Punto Fijo y durante el gobierno de Raúl Leoni abandonó esa alianza para actuar con un perfil propio. Durante los dos gobiernos de Acción Democrática, tanto el de Betancourt como el de Leoni, se excluyó a la izquierda de la vida institucional del país. Deslumbrados por la revolución cubana y la teoría del foco, las organizaciones de izquierda –primero el Partido Comunista y después el MIR, una escisión de Acción Democrática–, deciden abrazar la lucha armada para cambiar el modelo político. Durante esos años, de dura represión y persecuciones, Rangel fue uno de los pocos dirigentes que defendió los Derechos Humanos. Sus contactos con el mundo militar y el liderazgo político le permitieron jugar un papel determinante en contra de la tortura y las desapariciones, cuya práctica se inició en Venezuela y se extendió al resto de América Latina bajo formas más sofisticadas y profundas que dieron paso al terrorismo y a la violación de los Derechos Humanos como política de Estado. Las denuncias de Rangel contribuyeron a identificar el paradero de personas desaparecidas e impedir torturas y asesinatos políticos.

En 1973, Rangel fue el candidato del Movimiento al Socialismo, una escisión del Partido Comunista y en las elecciones siguientes fue el abanderado del PCV y el Movimiento Electoral del Pueblo. Nunca superó el 5% de los votos emitidos, aunque logró la diputación en ambos comicios.

Actuación controversial

En 1980, se presentó la ocasión de oro para actuar decididamente en contra de la corrupción. Carlos Andrés Pérez, quien había salido de Miraflores salpicado por una lluvia de denuncias, enfrentaba un juicio político dentro del Congreso de la República. El diputado que vino en su rescate, contra todo pronóstico y actuando en contra de la línea partidista de las organizaciones que lo habían incluido en sus listas, fue nada más y nada menos que José Vicente Rangel. De inmediato se desató un revuelo de comentarios, incluida la versión sobre un episodio donde Pérez, a la sazón ministro del Interior, habría actuado para proteger la imagen de Rangel, quien finalmente justificó su voto advirtiendo que no se prestaba para venganzas políticas.

Hombre de medios

En los años 90, Rangel tomó distancia de las organizaciones políticas y se metió de lleno en el ejercicio del periodismo, como columnista de varios diarios, incluido El Universal (Los Hechos y los días, de aparición semanal) e inauguró el espacio televisivo José Vicente HOY, que aún se transmite por la señal del canal privado Televen. A través de un confidente que identificó como Cicerón, Rangel hizo denuncias de corrupción en el mundo militar, el programa Turpial de la Armada y la repotenciación de los blindados AMX-30 del Ejército levantaron roncha y tensiones de índole institucional entre civiles y militares. Algunas de sus denuncias fueron tachadas de irresponsables. Al corredor bursátil, Rafael Alcántara, por ejemplo, lo acusó de ser el autor intelectual del homicidio de su yerno, el abogado José Totesaut. Alcántara a su vez, se defendió en los tribunales y solicitó un amparo constitucional para detener lo que calificó como una campaña de difamación en su contra. En su columna periodística, aseguró que la nómina del Banco Central de Venezuela era de 20.000 personas cuando en realidad era de 2000, pero nunca publicó la réplica. Rangel ejerció el periodismo y dejó una estela polémica, sólo equiparable a la de Alfredo Peña o Jorge Olavarría. La transmisión del célebre video Lamaletto, en el cual el abogado Braulio Jatar, nombrado asesor de la Comisión de Contraloría del extinto Congreso Nacional por Douglas Dager, se le “pone duro” al empresario Camilo Lamaletto, tal como lo reseñó José Ignacio Cabrujas en su muy leída columna El país como oficio, causó un verdadero terremoto y mostró la profunda corrupción que carcomía al sistema político venezolano.

En su carrera como comunicador, JVR jamás dejó del todo la política. Siempre ha sido un hombre que actúa tras bambalinas, a veces con vínculos directos con el poder. Sus comentarios sobre la adquisición de armas y la subsidiaria lucha que cada nueva adquisición desataba entre empresas vendedoras que se disputaban contratos millonarios, le valieron señalamientos que lo vinculaban a los traficantes o perros de la guerra; en los sectores económicos y financieros, a Rangel le acreditan varios negocios con el asegurador y coleccionista de arte, Pedro Torres Ciliberto. Pero lo cierto, es que esas denuncias nunca han suscitado el abocamiento de un tribunal, por tanto no ha habido una sola sentencia condenatoria. Rangel no se refiere a ellas, prefiere ignorarlas. No ha promovido un solo juicio por difamación e injuria, para defenderse. Todo ha quedado en el misterio.

Asalto al poder

La oportunidad de resarcirse políticamente llegó en diciembre de 1998, con el triunfo electoral de Hugo Chávez, a quien Rangel conocía por distintas vías. De hecho, en una de sus alocuciones públicas, Chávez reveló que había conocido a JVRV, en los tiempos en que su hijo, José Vicente Rangel Avalos era cadete de la Academia Militar.

Poco después del fallido golpe militar de 1992, cuyo cabecilla era Hugo Chávez, Rangel anunció una verdadera exclusiva en su programa de televisión, una entrevista con Chávez que, finalmente, no salió al aire por presiones que ejerció el gobierno, pero que se proyectó en foros organizados en las ciudades más importantes. Si había un periodista en Venezuela que conocía a profundidad la onda expansiva que había desatado esta acción anticonstitucional dentro de las Fuerzas Armadas era Rangel.

Cargos ejecutivos y acusaciones de corrupción

Avisado de las habilidades de Rangel Vale como operador político y de sus dotes como comunicador, atributos que no abundaban precisamente entre la amalgama de organizaciones y personalidades que se nucleó alrededor del MVR, Chávez le asignó a Rangel responsabilidades en el gobierno, al frente del Ministerio de Relaciones Exteriores, luego como titular de Defensa y finalmente como vicepresidente Ejecutivo.

El papel de Rangel en la estrategia política del chavismo era de doble propósito y de importancia vital. Sirvió para atemperar el clima de conflictividad y establecer lazos con sectores opositores e instituciones como la Iglesia Católica. La política en primer plano. Chávez logró avanzar en el proceso constituyente, en la renovación de los poderes públicos y en otros frentes, gracias a la valiosa colaboración de JVRV.

El golpe del 11–A.

El día en que se consumó el golpe de Estado que desalojó a Chávez del poder por espacio de 48 horas, el ministro de la Defensa era José Vicente Rangel Vale. La mañana del 11–A, Rangel, junto a otros funcionarios del alto gobierno, monitoreaba la concentración opositora que crecía como la ola de un tsunami. Se acordó suspender la reunión del consejo de ministros y Rangel se trasladó al Fuerte Tiuna, donde lo esperaban oficiales del alto mando militar. La comunicación con Chávez era permanente, al igual que la evaluación de las opciones.

Ante el aumento de la tensión y la creciente cobertura mediática de la marcha, Rangel se comunicó con los directivos de las televisoras privadas “para decirles que la sugerencia directa de ir a Miraflores era muy peligrosa, que tomaran en cuenta la paz del país… realmente no había disposición de evitar la confrontación”.

A 10 años del golpe, Rangel se mostró plenamente convencido de que el desvío de la marcha obedeció a la planificación previa “de sectores radicalizados de la oposición que explican lo que luego ocurrió”.

A las 6:00 pm, del 11–A, Rangel, junto al general Lucas Rincón y otros altos oficiales, se trasladó a Miraflores, donde estaba el presidente Chávez, “desde su despacho se hacía el seguimiento de lo que estaba ocurriendo y se recibía la información de todos los frentes y componentes militares”.

A las 8:00 pm, se recibe la información de que los puestos de comando del propio Fuerte Tiuna habían sido tomados por oficiales golpistas. “Pero el hombre a quien se percibe como vehemente, apasionado, demuestra suficiente sangre fría y control sobre sí mismo para encarar situaciones de crisis”. A esa hora el golpe avanzaba, hecho que se confirmó cuando la columna de tanques del batallón Ayala, que había recibido órdenes de resguardar a Miraflores, se devolvió a medio camino y cuando un batallón de infantería de la Armada, “que iba a subir a Caracas con propósitos similares, no lo hizo”.

Amenaza de bombardeo

Algunos oficiales leales al gobierno llamaron por teléfono al presidente Chávez para pedir que los autorizara a tomar ciudades, entre otras, Maracaibo. Chávez desestimó esa sugerencia. “No es el momento de reaccionar de esa manera”, le dijo a Cliver Alcalá, quien era el comandante del Fuerte Mara, Zulia. “Existía la amenaza de que iban a bombardear Miraflores. Yo mismo atendí una llamada de un jefe militar que dijo: ‘tienen 10 minutos, vamos a bombardear’, le tiré el teléfono. Al rato llamó otro jefe militar con el mismo cuento, le dije ‘ustedes no tienen bolas para hacer eso’, recordó Rangel.

Después de desechar varias alternativas, trasladarse a Maracay o al 23 de Enero, y hablar con el presidente cubano, Fidel Castro, Chávez regresa a su oficina y sostiene el siguiente diálogo con Rangel: ‘He decidido ir a Fuerte Tiuna, a encarar a los golpistas’. Hugo, ¿tú sabes a lo que te estás exponiendo, no? A que te maten, a que te humillen, a que te vejen. ‘Sí, yo sé los riesgos que corro, pero quiero verles la cara a los traidores y ver qué van a hacer’. En esas circunstancias, Chávez demostró un inmenso coraje y, efectivamente, esa fue una estratagema que le permitió a él introducir una contradicción que horadó toda esa aventura que se estaba adelantando en ese momento”.

Regreso al set televisivo y acusaciones familiares

Después de salir del gobierno, en 2007, Rangel retomó su faceta como periodista, tanto en televisión, con su programa José Vicente HOY como en la prensa escrita con su columna El Espejo en el diario Ultimas Noticias.

En 2010, se publicó una investigación periodística en la que se presentaron pruebas de irregularidades administrativas en las que habría incurrido la gestión de José Vicente Rangel Avalos, hijo de Rangel Vale, al frente de la alcaldía del Municipio Sucre. Hubo incumplimientos de contratos y pagos de sobreprecios, tanto en la construcción de inmuebles dentro de la jurisdicción municipal como en la remodelación de uno de sus hospitales, el Pérez de León que sirve a los barrios de Petare. Las denuncias se introdujeron ante la Fiscalía General de la República y la Defensoría del Pueblo, pero nunca hubo un pronunciamiento de esas instancias, por lo que no se llevaron a juicio.

Rangel sigue siendo una de las personalidades más destacadas del oficialismo. Hizo acto de presencia en las tarimas de las campañas presidenciales, tanto en la de Hugo Chávez, en 2012, como en la Nicolás Maduro, a comienzos de 2013. Como moderador de su programa, se ha presentado a sí mismo como un defensor a ultranza del diálogo. Recientemente, fue invitado a la Conferencia Permanente de Paz que se celebró en el Palacio de Miraflores.

Como periodista, plantea la necesidad de despolarizar a la sociedad venezolana e insiste en la necesidad de entablar el diálogo entre gobierno y oposición para lograr el entendimiento político. Sus entrevistados suelen ser figuras del alto gobierno, ministros y jefes militares. Su perfil oficialista ha despertado controversias, aunque sigue siendo uno de los marcadores de la opinión pública venezolana. 

Datos Básicos

Nombres
José Vicente
Apellido 1
Rangel
Apellido 2
Vale
Nombre corto
José Vicente Rangel
Fecha de nacimiento
16-07-1929
País de Residencia
Venezuela
Sector
Gobierno

Familia 1

Es: Padre / Madre de José Vicente Rangel Ávalos

Conyugue o pareja 1

Es: Casado con Ana Ávalos Es Presente

Amigos 2

De: Hugo Chávez por Grupos de apoyo a campaña política desde 1998 hasta 05-03-2013 Es Pasado
De: Pedro Torres Ciliberto por Trabajo Es Pasado

Cercanos 1

De: Nicolás Maduro por Partido Político MVR Es Presente

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