Carlos Ocariz

Cuando Carlos Ocariz se inició en la política tenía sólo 24 de edad y carecía de experiencia en la administración pública. Fue director de Desarrollo Social de la gobernación de Miranda, responsable de la creación de la Fundación de Desarrollo Social del estado Miranda (Fudesem), diputado a la Asamblea Nacional, fundador de Primero Justicia, secretario general de su partido y en 2008 se convirtió en alcalde del municipio Sucre.

Su gestión municipal genera reacciones diversas. Mientras es tenido por uno de los alcaldes más eficientes de la oposición, sus adversarios lo critican por falta de soluciones en temas como seguridad, agua y, en especial, basura.

Carlos Ocariz nació en Caracas un día del trabajador, el 1° de mayo de 1971. Pero su familia se mudó a Maracay, estado Aragua, donde transcurrió toda la infancia del futuro alcalde. Creció muy unido a sus dos hermanas. Hoy ambas figuran en la nómina de la alcaldía de Sucre: Una como coordinadora de la Oficina de Eventos y Protocolo y la otra es parte de la junta directiva de la Fundación José Angel Lamas, institución cultural adscrita al municipio.

La familia regresó a Caracas en 1983, donde cursó la secundaria para luego estudiar Ingeniería Civil  en la Universidad Metropolitana, donde se graduó en 1994. Su alma mater, un recinto académico privado, se encuentra enclavado en el municipio Sucre, uno de los más poblados del país, del cual se convertiría en máxima autoridad 14 años después de recibir el título. Pero antes completó sus estudios y pasantías en el exterior en 1995 y casi de inmediato inició su carrera en la administración pública.

De Miranda para Sucre

En el exterior, Carlos Ocariz dio los primeros vistazos a la política. Completó sus estudios en Canadá y realizó una pasantía en la Organización de Estados Americanos, en Washington. Donde, asegura, la política se quedaba en los pasillos. Luego de eso trabajó en el Instituto Interamericano de Desarrollo Social, dentro del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Al tratarse de programas sociales, dice que conoció, gracias a esta experiencia, la pobreza general de América Latina.

Desde allí, inició sus contactos con abogados y dirigentes políticos venezolanos y ese mismo año de 1995, cuando Enrique Mendoza es electo por vez primera gobernador de Miranda, recibe una llamada de él, invitándolo a formar parte de su equipo. De esa reunión, entendió que se encargaría del área social, y para febrero del año siguiente fue juramentado como director de Desarrollo Social del estado Miranda. Según cuenta él mismo en su biografía, disponible en el informe de gestión de la alcaldía en 2012, luego de recibir la llamada que lo invitaba a la juramentación, recuerda haber cerrado el teléfono y preguntar a su mamá “¿dónde queda Los Teques?”.

Tenía sólo 24 años de edad y nada de experiencia en la administración pública. Se inició en la política con muchos obstáculos: destituyó personalmente a los 760 funcionarios que, según él, engordaban la nómina y quiso comenzar desde cero. Creó la Fundación de Desarrollo Social (Fudesem), que pretendía darle más poder y autonomía a las comunidades “era quitarle poder a los políticos y traspasárselo a la gente. Esto sacó ronchas porque las obras no las harían, como antes, sus amigos de las constructoras, sino las comunidades”, enfatiza él en su propio informe de gestión.

Según explica en el documento, Ocariz batallaba por derrotar “la corrupción y el clientelismo” y se murmuraba mucho sobre su salida de la gobernación. Ante la falta de recursos tuvo que apoyarse en el BID, que le aprobó 100 millones de bolívares, para iniciar los trabajos de la fundación. Ahí comenzó su trabajo por el municipio Sucre: las comunidades escogidas eran Petare, Guatire y Los Teques. De esa gestión, destaca la política de realizar todas las obras con la comunidad, sin mediar empresas. Sin embargo, desde que llegó a la alcaldía en 2008, recurre a la contratación de empresas privadas para la ejecución de obras.

Un sueño hecho realidad

Desde ese momento, Ocariz está vinculado al municipio Sucre. En 1998, fue invitado a dar conocer la experiencia en la Universidad de Harvard, en Boston, Estados Unidos, y allí se encontró por primera vez con los dirigentes al lado de quienes luego fundaría el partido Primero Justicia: Julio Borges y Leopoldo López. También conoció a su ex esposa, Mariana Giménez, de quien se divorció en 2012 aunque en la página web de la alcaldía, todavía figura como primera dama del municipio.

Con Primero Justicia, Ocariz hizo el resto de su carrera política. En el 2000, fue electo diputado a la recién conformada Asamblea Nacional y en las elecciones municipales de 2004 se postuló y perdió contra el entonces alcalde de Sucre, José Vicente Rangel Ávalos, hijo del periodista, lobbysta, ex vicepresidente de la República y hoy asesor del Gobierno, José Vicente Rangel. A pesar de que, según su propia biografía, Ocariz admite haber sido presionado dentro de la oposición para denunciar fraude en aquellas elecciones, así mismo asegura que él jamás cedió ante esas presiones. Sin embargo, según nota de la Agencia Venezolana de Noticias (AVN), en esa oportunidad dijo que «hubo muchos indicios de fraude durante y antes del proceso».

De igual manera, cuatro años más tarde, en 2008, volvió a postularse para el mismo cargo contra el ex militar y compañero del presidente Hugo Chávez, Jesse Chacón, quien sustituyó a Rangel Ávalos, cuya gestión fue muy criticada por los sucrenses. En esa ocasión, Ocariz ganó los comicios con 55,60% de votos a favor y recordaría después el ventajismo que derrotó durante su campaña: el presidente Chávez se presentó 13 veces en Petare para favorecer a su candidato.

En 2010, un reportaje del periódico El Universal reveló una serie de hechos de corrupción y malversación de fondos ocurridos durante la administración de Rangel Ávalos. Cerca del 60% del presupuesto designado por la alcaldía de Sucre para el sector vivienda, se destinó a cuatro empresas propiedad del clan familiar de Oswaldo Chacón, cuñado del entonces alcalde. Durante su último año como alcalde, se presupuestaron 343 obras de construcción, de las cuales sólo 111 se comenzaron y la mayoría no fueron concluidas. Y, a su vez, se originó una deuda de 134 millones de bolívares en pasivos laborales.

Apenas asumido el cargo, en 2009 Ocariz fue consecuente en la denuncia de estas irregularidades. En abril de ese año, llevó a la Contraloría General de la República, 14 cajas de auditoría que se le hizo a la gestión de Rangel Ávalos. Según El Universal, la Contraloría, no obstante, no volteó la mirada hacia el ex alcalde. A pesar de que algunos de los daños fueron resarcidos, y parte del dinero fue devuelto por las empresas de Chacón, en el informe de gestión del propio Ocariz no se hace ninguna mención a esas denuncias. Pasó la página.

El alcalde de la basura

Ocariz también es objeto de señalamientos. En julio de 2014, los habitantes de Petare lo denunciaron ante el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), por la falta de recolección de basura y para que se investigue el destino de los fondos recolectados por el servicio de aseo urbano.

En Sucre el problema de la basura comenzó apenas Ocariz llegó a la alcaldía. Según su informe de gestión, el municipio Sucre genera entre 1000 y 1200 toneladas de basura al día. Para el momento en que Ocariz asumió el cargo, el Instituto Municipal Autónomo de Protección y Saneamiento Ambiental de Sucre (Imapsas), estaba en quiebra y le fueron retirados 16 de los 28 camiones que conformaban la unidad.

Sin embargo, la basura no es el único problema del municipio Sucre. Al inicio de su gestión, Ocariz recibió un municipio con poco suministro de agua. Según puntualiza en el informe, en plena campaña por la alcaldía en 2008, mientras el candidato oficialista, Jesse Chacón, hoy ministro de Energía Eléctrica, repartía lavadoras a los electores, había comunidades que tenían 45 días sin agua. No obstante, para mayo de 2014, Ocariz declaró ante la prensa que la situación de agua dentro del municipio era crítica. “Diariamente hemos enviado comunicaciones a Hidrocapital para que nos informen sobre un cronograma de suministro(…) y no hemos recibido respuesta”.

Para marzo de 2014, Ocariz se convirtió en la voz de la Asociación de Alcaldes por Venezuela y declaró que la organización que reúne a los 76 mandatarios regionales de la oposición, está en “emergencia financiera” por la insuficiencia en los recursos entregados por el Gobierno nacional.

La fase política

A pesar de ser alcalde, Ocariz asume funciones dentro de la Mesa de la Unidad. Para las elecciones presidenciales de abril de 2013, el alcalde de Sucre era director del comando de campaña del gobernador de Miranda Henrique Capriles Radonski. En ese contexto, su trabajo dio frutos. El 14 de abril de 2013, el candidato de la Unidad logró la votación más alta que obtenida por la oposición en cualquier elección contra el chavismo. Capriles obtuvo 7.363.980 votos, equivalentes a un 49,12% y aunque perdió las elecciones en los meses siguientes impugnó el resultado ante el TSJ.

Para diciembre de 2013, los roles cambiaron. En las elecciones municipales del 8 de diciembre, Henrique Capriles dirigió el comando de campaña de los candidatos de la oposición. A pesar de que la estrategia de convertir las elecciones en un “plebiscito” a Maduro falló, la Unidad lograría obtener 76 alcaldías en contraste con las 56 alcanzadas en 2008. No obstante el crecimiento general, Ocariz fue reelecto en el municipio Sucre con 2 mil 142 votos menos que en la elección pasada.

Luego de ser reelecto, Ocariz asistió junto a los otros 75 alcaldes del país, a una reunión con el presidente Nicolás Maduro. En esa ocasión, pidió “respeto” a las instituciones, y se refirió a las nominaciones de los candidatos perdedores como “protectores” del municipio donde perdieron. En esa oportunidad no faltaron quienes criticaran la participación de Ocariz en ese encuentro con Maduro.

Restar y no sumar

A partir de febrero de 2014, se iniciaron en 18 ciudades una serie de protestas contra el gobierno de Nicolás Maduro. En el marco de esas acciones de calle, surgieron las denominadas “guarimbas”, manifestaciones de calles que consistían en trancas de avenidas y quemas de restos orgánicos que a menudo culminaban en enfrentamientos violentos contra la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) o sectores chavistas de la población.

El municipio Sucre fue escenario frecuente de estos hechos, habiéndose presentado barricadas en las avenidas más importantes de la zona, heridos, muertos y hasta disparos cruzados frente a la sede principal del canal del Estado, Venezolana de Televisión. En ese sentido, Ocariz fue uno de los alcaldes más criticados dentro y fuera de la oposición.

En el foro web oficialista Aporrea.org, es acusado de permitir los hechos violentos y es denominado, juntos a los alcaldes opositores de Caracas, David Smolansky, Ramón Muchacho y Gerardo Blyde, como “alcaldes guarimberos”.

En mayo de 2014, el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) emitió una sentencia donde interpretaba que el derecho a la protesta no era absoluto, y decretaba que era potestad de cada alcalde permitir las manifestaciones. En ese sentido, en una entrevista a El Universal, no obstante, Ocariz manifestó su desacuerdo con las “guarimbas”. Concluía que, a pesar de que había mucha desesperación entre la población civil, este tipo de acciones de protesta restaban antes de sumar a la causa. “Yo como alcalde jamás puedo apoyar a unas personas que cierran una vía o queman basura, pero es que además no lo apoyo como político, ese no es el camino”, enfatizó.

Ocariz fue la voz de la Asociación de Alcaldes por Venezuela, desde donde reiteró continuamente que la emergencia presupuestaria no era exclusiva de su municipio. A pesar de estas problemáticas, el 14 de septiembre de 2014 se hizo merecedor del reconocimiento al mejor Alcalde del mes por la fundación europea City Mayors Foundations, organización que premia las gestiones locales de alcaldes alrededor del mundo. Para justificar el premio, el representante de la organización Tann Von Hove, dijo que le fue otorgado por los avances logrados en materia de seguridad, educación y puestos de trabajo. Según la página citymayors.com, al asumir el cargo el índice de homicidios era de 72 por cada 100.000 habitantes, y al cabo de sus primeros cinco años se había reducido en 45%.

El 11 de noviembre de 2021, Ocariz declinó su candidatura a la Gobernación de Miranda de cara a los comicios del 21 de noviembre de 2021. «Ustedes me pusieron de primero en las encuestas, hoy me toca a mí ponerlos de primero. Por amor a Miranda y su gente, y por respeto a la opinión pública quiero informar que, en coherencia con mi lucha, he decidido dar un paso adelante y poner a disposición de la unidad mi aspiración para que podamos darle a los mirandinos la oportunidad de recuperar su futuro», declaró Ocariz durante una rueda de prensa, de acuerdo con una reseña de El Nacional.

Sin embargo, y aunque hasta el 11 de noviembre de 2021 los candidatos y partidos podían hacer cambios en las candidaturas, el CNE no aceptó la sustitución porque fue recibida «fuera del lapso establecido», según argumentó Pedro Calzadilla, presidente del ente comicial. En consecuencia, los votos de la MUD en Miranda no se le sumarán a David Uzcátegui, candidato a la Gobernación mirandina por el partido Fuerza Vecinal.

De acuerdo con el artículo 62 de la Lopre, las organizaciones políticas podrán sustituir sus candidatos en casos como fallecimientos, renuncias, discapacidad física o mental. Ante estos casos, el CNE deberá informar a los electores de las sustituciones. Asimismo, el artículo refiere que, cuando sea insuficiente el tiempo para realizar la sustitución en el instrumento de votación, los votos se acreditarán al candidato sustituido.