Empresas Polar

Mayor empresa privada de Venezuela, encargada de la producción y distribución de bebidas y de la mayoría de los alimentos venezolanos. Está compuesto por un conglomerado de 40 empresas y más de 17 mil empleados. Gracias a esto, su actual presidente Lorenzo Mendoza, nieto del fundador Lorenzo Mendoza Fleury, ocupa el puesto 474 de la lista Forbes de los empresarios más ricos del mundo. Es el segundo venezolano más millonario de la lista.

Perfil

Harina P.A.N es la materia prima con la que se preparan las arepas, las empanadas y las hallacas, casi la sagrada trinidad culinaria del venezolano. Se trata de un fino polvo de color blanco que resulta de moler el maíz mediante distintos métodos industriales. El éxito de Polar- que lo elabora desde hace 50 años-puede medirse de muchas formas. Una de ellas, por ejemplo, es haber logrado que cualquier harina de maíz precocida sea llamada por los venezolanos con el nombre de su marca. Otra forma es haberse constituido como una colosal corporación con actividades productivas en la industria de alimentos, bebidas alcohólicas, refrescos y productos masivos, que a sus 75 años de existencia reconozca entre sus activos 28 plantas procesadoras y 191 agencias, sucursales y centros de distribución en el territorio nacional -incluyendo dos en Colombia y Estados Unidos con productos que se comercializan en El Caribe y Europa- sin dejar de lado sus actividades económicas que generan más de 30mil empleos directos y más de 130mil indirectos.

 Los economistas lo consideran como el líder oligopólico del mercado,  una condición dada por los avatares de una historia económica nacional rentista y poco diversificada, y un poderoso arsenal de mercadotecnia y deseos de expansión que hoy genera ganancias de hasta 6.500 millones de dólares.

Hacia principios de los años 70, un renombrado economista venezolano, Domingo Álvarez Rangel, publicó el libro La oligarquía del dinero, donde hizo un estudio sobre los cinco grupos económicos más poderosos de la entonces ‘Venezuela Saudita’. Entre ellos figura el grupo Polar, de quien refirió cultos y leyendas en torno a los capitales que ya manejaban, y sobre los Mendoza-Fleury, quienes ya para entonces eran considerados la familia más rica del país. “Frente al grupo Polar hay que descartar cuanto se diga sin probanzas acerca de su inmenso poderío”, escribió. A continuación, listaba una mesa de activos de la empresa que llegaba a los 315 millones de bolívares entre la industria cervecera, la del maíz, el comercio, terrenos y edificios. Más de 30 años después, Lorenzo Mendoza –nieto del fundador del insigne conglomerado y presidente de empresas Polar- figura como el segundo venezolano más rico en la lista de Forbes Magazine.

Nunca coloque los huevos en una misma canasta

Mendoza y Compañía era la empresa familiar que fabricaba la marca líder de jabones con los que las lavanderas estrujaban la ropa en las piedras de los ríos, una práctica muy común en la Venezuela pre-petrolera de los años 20. Ya desde entonces era normal que “Las Llaves” y “La Torre” fueran los nombres con los que se refirieran al producto genérico, una costumbre que se ha mantenido entre los consumidores alrededor del mundo desde que se empezaron a fabricar cosas de manera industrial.

El joven abogado Lorenzo Mendoza Fleury – padre del gigante Polar-decidió asociarse a la empresa de su familia y en algún momento entre el descubrimiento del petróleo en Venezuela y la Segunda Guerra Mundial y antes de que la llegada de los detergentes al país desplazara a los jabones tradicionales, tomó el consejo de los ingleses de “no colocar todos los huevos en una misma canasta” y el grupo familiar empezó a comprar terrenos en la periferia de una Caracas que empezaría a crecer con la llegada de los campesinos a la capital, en la búsqueda de un trabajo mejor remunerado que el de jornalero.

Y fue precisamente en ese nicho que la cerveza -un mercado que en 2014 ubicó a Venezuela en el puesto ocho en el top 10 de los mayores bebedores del líquido dorado- en que inició sus tímidas andanzas entre los consumidores de estratos altos de Caracas y Maracaibo acostumbrados al brandi. Más adelante se popularizaría en los estratos más bajos porque, según estudios de mercado de la época, entre más abundante era la población urbana en un país sin hábitos cerveceros, más posibilidades tenía la industria de asentarse. Fue entonces cuando, en 1939, Fleury decidió asociarse con Rafael Luján y Karl Eggers para establecer una cervecería luego de que un barco que contenía la primera paila de cocimiento lograra cruzar el océano, desde Europa.

Cervecería Polar C.A. inició sus actividades en 1941 en una pequeña planta al oeste de Caracas, en Antímano. La capacidad instalada era de 30mil litros mensuales.

La popularidad de la cerveza de los Mendoza-Fleury no hubiese crecido a la velocidad de la espuma de no haber sido acompañada por dos cosas: el uso de las cavas de refrigeración traídas de los Estados Unidos en la posguerra -lo que permitió que cada pequeño negocio, pulpería y quincalla tuviese una, conservando la cerveza fría- y puesta en práctica de una estrategia publicitaria calcada de los norteamericanos. Desde entonces, tras el nombre de cada bodega, brillaba un anuncio con la característica imagen de Polar: un oso blanco sentado en un trozo de hielo con un cielo rojo al fondo. A la planta de Antímano le siguieron otra en la ciudad de Anzoátegui, en Barcelona, al oriente del país -donde más adelante se realizaría la cocción de la malta y la primera producción de Maltín Polar– y a inicios de los años 50, otra más habría de instalarse en Los Cortijos, en el este de Caracas, para satisfacer la demanda en crecimiento.

Los alimentos vinieron después con el uso del maíz para la cebada que producían, y el invento del ingeniero venezolano Luis Caballero Mejías que revolucionó la vida de las amas de casa venezolanas: una harina de maíz precocida a la que sólo había que añadirle agua, resultando arepas, hallacas, bollitos y empanadas sin necesidad de levantarse cada madrugada a hervir y moler los granos de maíz en un pilón. Alimentos Remavenca (Refinadora Venezolana de Maíz) inició con la instalación de una planta en Turmero, estado Aragua, en la región norte-occidental de Venezuela. Es entonces cuando aparece el segundo hito y quizás el más representativo producto de la Polar, la harina P.A.N.

La historia sobre la compra de la idea a Caballero Mejías no está del todo clara. Hay una patente registrada, pero empresas Polar nunca ha acreditado al ingeniero como el creador de la idea. Lo que sí se sabe es que a la planta en Turmero le siguió otra en Chivacoa, estado Yaracuy. Mientras tanto, en Maracaibo, iniciaba operaciones otra fábrica de Cervecería Polar. Comenzaba la década de los 60. Ya se había dado pie a la creación de una Asociación Civil -“El Puntal”, propuesta  de uno de los hermanos Mendoza- destinada a reforzar la acción social para los trabajadores y sus familias que ya venía desarrollando la empresa en sus distintas localidades.

Finales de los 60. La muerte del gran patriarca Mendoza-Fleury, la ampliación del mercado a la industria de comida para animales y la creación de un plan de jubilación para los trabajadores de la empresa resumen los últimos años de la Polar antes de pasar a ser dirigida por Lorenzo Alejandro Mendoza Quintero, uno de los hijos herederos.

A diferencia del país que los vio nacer, el que desde la aparición del petróleo se hizo sordo ante la casi axiomática dinámica de la economía y los mercados, Polar supo que siempre había que moverse, invertir los excedentes, prestar atención al mercado para lanzar todas las semillas posibles y verlas crecer, aún cuando se tildaran de agresivas sus políticas comerciales, que dijeran que ningún otro grupo había fijado más carteles, avisos y tablas pintadas en los comercios y que el éxito de su primer producto moderno -la cerveza- entró por la vista del consumidor antes de llegar a la garganta.

A pesar de sus escandalosas jugadas en el ámbito comercial, en la década de los 70 casi no manifestaban actividad política, como sí lo hacían otras clases dirigentes como los Boulton- otra de las acaudalas familias venezolanas con larga data en el mundo empresarial y quienes más adelante apoyarían la campaña presidencial de Hugo Chávez en 1998- quienes declaraban a la prensa y dirigían reuniones empresariales.  Mientras tanto, los Mendoza se mantenían de bajo perfil. Eran, como los describió el economista Álvarez Rangel, “los soldados desconocidos del ejército empresarial venezolano”.

Fortalezas de un pulpo agroalimentario

Lorenzo Mendoza Jiménez, nieto de Mendoza-Fleury, y el segundo venezolano más rico según la revista Forbes en 2014, ha estado al mando de empresas Polar desde 1992. Hasta entonces, el gigantesco conglomerado se había ido expandiendo; más plantas cerveceras, incursión en la industria de vinos con bodegas Pomar, la constitución de la Fundación Polar “dedicada a la contribución y desarrollo social del país”, participación como inversionista en el sector petroquímico en la década de los 80 (Grupo Zuliano, C.A., Metanol de Oriente, Metor, S.A., Propileno de Falcón, Profalca, C.A., Fertilizantes Nitrogenados de Venezuela, Fertinitro, C.E.C, e Inemaka, S.A.), producción de arroz -Corporación Agroindustrial Corina- y pastas -Mosaca-, la compra de helados EFE y hasta la exploración de la industria de producción de geles a partir del cultivo de algas Gracilarias en la soleada y desértica Península de Araya, en el oriental estado Sucre.

El grupo Polar incluso llegó a incursionar en el negocio bancario con el extinto Banco Continental, sin embargo sus fortalezas siempre han estado en el sector agroindustrial por lo que, a falta de un manejo apropiado, esta institución fue fusionada con el Banco Provincial en 1983, actual filial del español BBVA en el país. Hasta 2003, el grupo Polar tomaba parte del consejo de administración de este organismo financiero pero cuando Chávez inició una campaña de expropiaciones y las relaciones con el gobierno del fallecido presidente empezaron a complicarse, decidieron retirar a los representantes para dedicarse de lleno a lo que mejor sabían hacer: la industria agroalimentaria, conservando el 26% de las acciones que poseían en el BBVA.

Durante los primeros cinco años del joven Lorenzo Mendoza, el negocio seguió creciendo y fortaleciéndose. Compraron una refresquera para posicionarse en el mercado, crearon una institución para el manejo interdisciplinario de la malnutrición infantil en Venezuela (Cania) y el gran paso internacional; la inauguración, en 1996, de una planta de alimentos en Facatativá, departamento de Cundinamarca, Colombia, que en 2003 pasaría a llamarse “Alimentos Polar Colombia”. 

En los 48mil metros cuadrados del complejo operan tres plantas de alimentos para humanos y una de alimentos para mascotas. Para 2011, su capacidad de producción se estimaba en 8.300 toneladas al mes, abasteciendo al mercado con productos como Harina P.A.N, avena Quaker, mantequilla y mayonesa Mavesa y harinas Promasa. Un informe especial de la revista Dinero, en julio de 2014, reportaba que 70% de la producción se destinaba a la exportación a unos 85 países. La planta colombiana es la principal exportadora de productos al mercado Latinoamericano y Europeo. En aquel año 1996, cuando la organización Cisneros abandonó PepsiCo, Polar se asoció con el famoso grupo de bebidas gaseosas e industrializó la marca en Venezuela y en 1999, se construyeron dos grandes plantas de Pepsi-cola en Caucagua y Maracaibo.  

Hoy empresas Polar se constituye en tres grandes grupos de acuerdo a su actividad: Alimentos Polar, Cervecería Polar y Pepsi-co Venezuela. En suma, cada uno produce una enorme diversidad de productos bajo más de 40 marcas distintas, entre bebidas alcohólicas, harinas precocidas, bebidas gasificadas, enlatados del mar, alimentos para animales, salsas, galletas, mermeladas y, por supuesto, jabones y detergentes. Según el portal de investigación La Tabla, las actividades industriales de la empresa están concentradas en el eje centro norte costero del país, específicamente en Zulia, Lara, Yaracuy, Carabobo, Aragua, Miranda, Anzoategui, Sucre y Monagas. Se cuentan ocho de plantas de cerveza, ocho de bebidas y snacks y trece de alimentos.

Titanes en crisis económica

Corría el año 2001. Mientras Polar hacía suya otra empresa productora de alimentos (Mavesa) con la que empezaría a producir salsas, enlatados y jabones de lavar, el expresidente Chávez aprobaba, mediante un decreto habilitante, un conjunto de leyes y una reforma agraria que buscaba modificar la estructura de la propiedad y la producción en el país. A partir de entonces, luego de años de crecimiento y expansión, algunos tropiezos e intentos infructuosos por incursionar en una que otra industria, Polar se convertiría en la representante principal de una figura antagónica para el gobierno chavista: la empresa privada. La participación del grupo empresarial durante el paro petrolero del 2002 lo puso en la mira de la recién instaurada gestión, y desde entonces no dejaría nunca de estarlo.

En 2003, Chávez expropió al grupo Polar una planta procesadora de maíz en el estado Barinas, entidad gobernada en aquel entonces por el padre del presidente, Hugo de los Reyes Chávez. A esto le siguieron una serie de desencuentros y litigios de la misma naturaleza que irían haciendo cada vez más hostiles las relaciones entre gobierno y la empresa. No conforme con esto, la instauración de un mecanismo de restricción y administración de divisas por parte del Estado en ese mismo año traería enormes dificultades para el desarrollo, no sólo a Polar sino a todas las empresas privadas.

A pesar de todo, la marca del oso blanco siguió navegando discreto en un pequeño pedazo de hielo, esta vez buscando sustento o algo de tierra firme en territorios extranjeros. En 2010, se alía con el grupo español Leche Pascual. Dos años después, inaugura una planta de lácteos en Valencia, estado Carabobo. El producto se posicionó como el yogur más consumido en el país.

Antes de esto, entre 2008 y 2009, registros mercantiles de España reseñan la apertura de varias empresas en Madrid por parte de cinco firmas constituidas en Nueva Zelanda. Aztlan, Chimalli, Ayotl, Poba y Gambrinus cuentan entre sus directivos a los mismos nombres: los ejecutivos Augusto Cesar Morales Pereira, Guillermo José Bolinaga Hernández y Rafael Antonio Sucre Matos, el abogado Richard Dale, Juan Simón Mendoza Jiménez -hermano menor de Lorenzo- y Juan Lorenzo Mendoza Pacheco -primo hermano-.   

Poba, constituida en 2009 en el país del Pacífico Sur, abrió AP Colombia Holdings en España y desde 2010 controla los negocios de producción en Colombia. Por su parte, Gambrinus, también iniciada en 2009 en Nueva Zelanda, abrió Pollmex Holdings en la capital española. Esta forma parte del grupo GEPP, encargada de la producción de bebidas gaseosas en México y en la que tomó parte de un 29% de las acciones junto a PepsiCo México -con 20%- y otro grupo llamado Cultiba -con 51%-.

Por esto, desde sectores afectos al gobierno, se ha señalado a Polar de manejar sus empresas desde el extranjero y de que, a pesar de expandir su mercado cada vez más en los últimos años y generar divisas -en 2015 se asoció con International Grains and cereal, inaugurando una planta en Texas, Estado Unidos y cubrir la demanda del mercado norteamericano- el gobierno aún deba asignarle dólares preferenciales para comprar su materia prima.

Desde 2013, una aguda crisis de escasez de alimentos y medicinas ha colocado a Venezuela en la portada de los medios internacionales. Desde dentro, las colas para los súper mercados, el cambio en la dieta de los venezolanos, la aparición de cada vez más personas alimentándose de la basura y una espiral de desabastecimiento que se hace más crudo con la especulación y la reventa de los productos a precios exorbitantes  se volvió, como muchos temían, la normalidad.

Empresas Polar ha reportado en numerosas ocasiones la paralización de su producción por la dificultad para la adquisición de las divisas para comprar los insumos necesarios en la elaboración de sus productos, especialmente la cebada. El gobierno ha intervenido sus galpones y constantemente demanda un ajuste de los precios que la empresa argumenta no poder sostener.

Desde principios del 2016, el gobierno de Nicolás Maduro implementó los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (Clap), un modelo de distribución directa de alimentos “para combatir el contrabando de extracción de productos prioritarios”. Entre los paquetes de arroz, aceite y pasta también destaca un sobre amarillo de harina precocida con las letras P, A y N en color blanco. Polar asegura que los Clap distribuyen su harina porque Polar se los vende. El gobierno argumenta que se trata de productos que fueron confiscados de negocios acaparadores. De cualquier forma, en medio de la crisis, el fino polvo blanco aún sobrevive. 

Datos Básicos

Tipo de Organizacion:
Empresa Privada
Razón Social:
Empresas Polar
Nombre Fantasía:
Empresas Polar
País:
VENEZUELA

Laboral 4

Lorenzo Mendoza es Presidente desde 1992 Es Presente
Lorenzo Mendoza Fleury es Fundador desde 1941 hasta 1969 Es Pasado
Manuel Felipe Larrazábal es Director Es Presente
Manuel Felipe Larrazábal es Gerente general Es Presente

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